Aldealcardo

Despoblado moderno del municipio de Villar del Río. La Aldea, que es como se le conoce en los pueblos del entorno, tuvo un barrio llamado Ontálvaro, y un poco más alejado hubo otro llamado La Lombilla. 

Aldealcardo Despoblados de Soria
Vista del despoblado desde el campanario de la iglesia (2017). Foto Cándido Las Heras

Fecha de despoblación: En torno a 1975

Localidad: Villar del Río

Estado actual: Despoblado

Término municipal: Villar del Río

Descripción

Despoblado moderno del municipio de Villar del Río al pie de la Sierra de San Cristóbal, en la ladera oeste del Alto del Hayedo, accesible por la SO-P-1129 que se toma cerca del punto kilométrico 2 de la SO-630 que une Villar del Río con San Pedro Manrique. La Aldea, que es como se le conoce en los pueblos del entorno, tuvo un barrio llamado Ontálvaro que se encuentra localizado a unos trescientos metros y que se despobló mucho antes (véase), y un poco más alejado hubo otro llamado La Lombilla (véase). 

Quedan en pie muchos edificios, más o menos arruinados, y entre ellos la iglesia parroquial abierta, vacía y saqueada. 

Una fuente fundamental para conocer la historia de Aldealcardo y de la que hemos tomado algunos datos relativos a las fiestas, es el interesantísimo blog de Faustino Calderón http://lospueblosdeshabitados.blogspot.com/2014/12/aldealcardo-soria.html en el que ofrece imágenes antiguas y modernas, y testimonios de los últimos vecinos. 

Está situado al pie de la Sierra de San Cristóbal, en la ladera oeste del Alto del Hayedo, accesible por la SO-P-1129 que se toma cerca del punto kilométrico 2 de la SO-630 que une Villar del Río con San Pedro Manrique. 

Datum:  ETRS89  Huso UTM:  30 
Latitud:  42,0722554655  Coord. X:  556 009,24 
Longitud:  -2,3229389189  Coord. Y:  4 658 020,47 

Aldealcardeño, según José Antonio Pérez-Rioja (1).

Miguel Asín Palacios (2) cree que el topónimo «Aldea» es de origen árabe y lo traduce como «la granja», aunque también es muy probable que el origen del poblado sea posterior al de la propia palabra «Aldea» ya castellanizada en su significado de pequeña comunidad rural, lo que no indicaría un hipotético origen musulmán. Francisco García Berlanga (3) no duda en afirmar que el topónimo «aldea» es de origen euskera en contra de las tesis oficiales que lo hacen derivar del árabe, pues según este autor, es muy raro que el topónimo no exista en regiones como la andaluza de tanta presencia musulmana.  

Hay documentado un poblado primitivo, tal vez un castro prerromano localizado por José Luis Rubio de Lucas (4) en el paraje El Castillejo en cuyas laderas se situaban las viviendas, donde se han localizado hasta veintidós molinos barquiformes, abundante cerámica a mano y de torno, típica de los celtíberos. Dice que este asentamiento cumplía una misión de vigilancia del valle y del paso a la cuenca del Alhama, y que su fin coincide con la época romana. Eduardo Alfaro Peña (5) añade que tendría una extensión que va desde media hasta una hectárea, y que domina el sector final del río Ostaza y su confluencia con el Cidacos, lugar cuya horquilla coincide con la presencia del poblado de Las Gimenas, ya en Villar del Río. También se comunica visualmente con el cerro Castillejos de Vizmanos, y controla el camino que por el valle del Arenal comunica Yanguas con Villar del Río. Dice que en el lado norte se excavó un foso de unos sesenta metros de longitud por diez de ancho del que se conserva parte de su profundidad en unos seis metros. 

Según Gonzalo Martínez Díez (6) perteneció a la Comunidad de Villa y Tierra de Yanguas. Después paso a ser señorío del conde de Aguilar,  

En la época de la redacción del catastro del marqués de la Ensenada (1752) estaba habitado por cuarenta y un vecinos y algunas viudas entre los que predominaban los oficios de labradores, pastores, dos tejedores de estrecho, un albañil, un herrero, un regidor y cuatro jornaleros. Había cuarenta y seis casas habitadas, seis vacías y tres arruinadas. Disponían de taberna y en sus tierras se cultivaba sobre todo trigo, cebada, avena, algunos yeros, berzas, hierba y tenían frutales como perales, guindos, manzanos y ciruelos. La cría de ovejas merinas y churras les proporcionaba lana y carne, y las veinticuatro colmenas cera y miel. 

Un poco más tarde (1785) el censo de Floridablanca es un poco más expeditivo en detallar datos demográficos y nos ofrece un total de 164 habitantes divididos por sexo, edad y estado civil, y parece que fue ese su máximo apogeo poblacional pues años después Madoz (7) recoge el siguiente texto:  

«Aldea de la prov. y adm. de rent. de Soria (9 leg.), aud. terr. y c. g. de Burgos, dioc. de Calahorra, part. jud. de Agreda, jurisd. de Yanguas: situado en un terreno desigual con libre ventilación: su clima, aunque frio es bastante sano; tiene 26 casas de mediana fab. y poca solidez, una igl. parr. aneja de Yanguas y por sufragánea una ermita en un barrio contiguo, llamado Ontálvaro; ninguno de los dos edificios ofrece particularidad alguna digna de notarse. Confina el término con los de Bretun, Laguna, Villar del Río y Valduerteles: su terreno es de buena calidad brotan en diversos puntos del mismo varios manantiales de agua de buena calidad, que aprovechan los vecinos para surtido de sus casas, abrevadero de ganados y riego de algunos trozos de tierra, entre los que se encuentran diferentes huertos de corta estension que únicamente producen a sus respectivos dueños las verduras necesarias para su propio consumo: una gran parte del terreno queda inculta por la mayor ventaja que reporta la escelente calidad de sus pastos: y en ella se crian pinos , arbustos y otras especies de combustibles: prod. : trigo, centeno, cebada, avena, patatas, legumbres, hortalizas y frutas; hay ganado lanar y cabrio; POBL.: con Ontalvaro 28 vecinos, 106 almas. cap. imp.: 15,388 rs. 24 mrs.» 

Sebastián Miñano y Bedoya (8) dice del lugar que produce ganado fino trashumante, cabras y ovejas churras. En cuanto a cultivos, producía los propios para el consumo. 

Según la relación de municipios y lugares de la provincia de Soria y población de 1858, recogida por Carmelo Romero Salvador, Carmelo García Encabo y Margarita Caballero Domínguez (9) se trata de una población con rango de “lugar” del término municipal de La Cuesta, habitado entonces por ciento veintidós almas, 

En el siglo XX el censo de población de 1940 lo califica como aldea de término de La Cuesta en la que había 40 edificaciones para viviendas de una, dos y tres plantas, así como otras 15 edificaciones para otros usos. La habitaban entonces 83 habitantes de derecho, 78 de hecho. 

El estudio de Andrés Sanz Sánchez (10) lo incluye en la relación de núcleos de población desaparecidos desde 1960 indicando que entonces tenía categoría de lugar, contaba con veintiséis habitantes y dieciséis viviendas. Isabel Goig Soler (11) dice que la escuela cerró durante el curso escolar 1967/68. 

El último censo que ofrece datos es el de 1960, momento en el que constan sesenta y nueve personas. En esa década Aldealcardo, como otros muchos pueblos de la comarca, fue uno de los sometidos a un plan específico diseñado por el gobierno franquista que pretendía centralizar la población de la comarca de las Tierras Altas de Soria mediante una reconversión total de los pueblos y de los medios productivos de sus habitantes, generalmente una agricultura de secano poco productiva, que sería sacrificada promoviendo el cooperativismo o la confiscación de las fincas que serían, en su mayor parte, dedicadas al cultivo de especies forestales que, se estimaba, en pocos años serían mucho más rentables que los exiguos pastos o fincas de cultivo. Pero ese plan disponía también el abandono de la mayor parte de los pueblos pequeños para concentrar las inversiones y los vecinos en cinco o seis cabeceras de comarca que tendrían entre 500 a 700 habitantes. 

Sobra decir que el plan no logró sus objetivos pues ni permitió fijar población en las cabeceras importantes ni proporcionó un medio de subsistencia adecuado, aunque también es de justicia reconocer que quizá lo único que hizo fue acelerar un proceso despoblador que si no en todos ellos, en mucho pueblos ya era imparable. 

Sin medios materiales con los que poder subsistir y sin más posesiones que cuatro paredes y un techo, pocos habitantes se quedaron en las cabeceras y la mayor parte eligió los focos industriales de Euskadi, Zaragoza, Barcelona o Madrid, y pocos fijaron su residencia en Soria capital. 

No hay noticias confirmadas pero parece que Aldealcardo ya quedó despoblado en los primeros años de la década de 1970 y casi con seguridad en 1975. 

Iglesia parroquial de San Clemente

El templo aparece en lo más alto del pueblo, bastante separado del caserío, y pese a estar abierta, saqueada, ultrajada y con derrumbes parciales de la cubierta, se conserva orgullosa en relativo buen estado pero que pronto será de ruina inminente ante la falta de cuidados. 

Se trata de una iglesia de dimensiones propias de un pueblo grande, construida en sillarejo y mampostería con orientación canónica, y una gran nave dividida en tres tramos por arcos fajones rebajados, cubiertos con bóveda de terceletes, al igual que la capilla mayor de tres paños y por la que se accede a la sacristía. En el tercer tramo de la nave se abren a ambos lados de la misma, dos capillas adyacentes a modo de crucero. A los pies de la nave se ubica el coro sobre un arco rebajado que probablemente y como es costumbre, llevaría debajo el baptisterio. Como es habitual, la portada se abre orientada al sur al lado de la epístola, a través de un de sencillo arco de medio punto. 

Aldealcardo Despoblados de Soria
Iglesia (2014). Foto Blas Gonzalo

A los pies se dispone la elevada torre campanario de planta cuadrada de un cuerpo más el de las campanas, hoy vacío, al que se accedía a través de un escalera de caracol, y empleamos deliberadamente el verbo en pasado pues teniendo en cuenta su pésimo estado desde hace ya muchos años, si no se ha derrumbado habría que impedir su acceso por peligroso tapiando la puerta del coro. En su parte superior se cierra por lo que parece una falsa cúpula con pináculos en cada una de las cuatro esquinas que por la parte interior presentaba hace ya tiempo muchas grietas. 

El interior del templo está encalado pero en los fragmentos desprendidos pueden observarse pinturas murales que probablemente no hayan sido valoradas por los expertos, pero sobre todo está saqueada, deliberadamente destruida en algunos lugares y con desprendimientos por la falta de mantenimiento en otros. Hay grafitis, restos de botellas, basura y escombros, todo mezclado con restos óseos desenterrados por algunos vandálicos visitantes que se empeñan en dejar constancia de su paso por este mundo y que probablemente sean los mismos que arrancan piedras o deshacen muros por el simple placer de destrozar lo que a otros tanto esfuerzo les costó. 

 

Aldealcardo Despoblados de Soria
Puerta de la iglesia (2014). Foto Blas Gonzalo

De su imaginería sólo hemos podido localizar el testimonio que ofrece Isabel Goig (12) que nos asegura que se encuentran bien guardadas: «…las imágenes conservadas en el Museo de la Catedral de El Burgo de Osma, todas fechadas a lo largo del siglo XVII: La Piedad, Crucificado (pintura), Santa Lucía, San Clemente, Anunciación, San Francisco, Virgen y San Juan, Inmaculada, San Antonio, San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Por fortuna, su traslado a El Burgo ha impedido su robo y podemos contemplarlas bien conservadas». 

Cronológicamente José María Martínez Frías (13) fecha la obra a comienzos del segundo tercio del siglo XVI con añadidos en el siglo XVIII como las capillas laterales. Sabemos también que fueron benefactores de la iglesia de su pueblo el que fue teniente coronel y cónsul de Méjico, don Juan Pérez Cano y su esposa doña Josefa Cerraja en 1784. 

En el Museo Diocesano se guarda una imagen de La Piedad, fechada en el segundo tercio del XVI, así como una imagen de San Francisco de Asís, fechado en la misma época y calificado como ejemplo de la escuela castellana. De la segunda mitad del XVII y procedentes del mismo lugar, se guardan varias imágenes correspondientes a San Clemente, Santa Lucía y San Antonio. 

En el exterior, el muro del lado oeste, a los pies del templo, fue pintado de blanco y convertido en un improvisado trinquete que no estaría homologado pero que haría las delicias de niños y mayores. Muy cerca de la iglesia frente a la puerta de acceso, se dispone el cementerio donde hace muchos años aún se veían indicios de que alguien velaba y cuidaba el recuerdo de los últimos aldealcardeños. 

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Iglesia (2017). Foto Cándido Las Heras Martínez

Ermita de la Virgen de la Piedad y/o de San Roque

A las afueras del Aldealcardo por el camino a La Cuesta, nos encontramos las ruinas de lo que parece fue una sencilla ermita cuya advocación no hemos podido precisar con absoluta seguridad pues hay quien se refiere a ella como de la Virgen de la Piedad, mientras que otros se refieren a ella como de San Roque. 

Se trata de una ermita con un diseño común en la zona pero que en su estado cuesta reconocer como de planta cuadrada con pórtico rectangular al frente que se abre al interior repleto de escombros y vegetación silvestre por un gran arco de medio punto, pero para conocerla vamos a recoger los estudios de Eduardo Alfaro Peña (14) que es sin duda la persona que más y mejor conoce las ermitas de toda la comarca. 

Alfaro la llama de San Roque pero recuerda que en el Inventario de la Junta de Castilla y León aparece dedicada a la Virgen de la Piedad, algo que puede o no ser un error ya que sin ser frecuente no es excepcional que algunas ermitas hayan cambiado de advocación, especialmente las dedicadas a San Roque, abogado protector contra la lepra y la peste, que tras desaparecer estas enfermedades vio disminuir su devoción y perdió la titularidad de muchas ermitas, sobre todo en beneficio de Cristo o la VirgenSigue diciendo “Lo singular en este caso es que la que ha perdurado tras el abandono del pueblo es la de San Roque.”  

El investigador recoge su perfecta orientación este-oeste con la cabecera en el este, cubierta perdida que sería a cuatro aguas, hornacina rematada en arco de medio punto y todo el interior estuvo lucido con cal. Añade que “Como también es habitual sendos bancos corridos se adosan por el interior a las paredes laterales del porche. Estas características, repetidas casi invariablemente en la comarca, señalan a los siglos XVII-XVIII como los más probables de la estructura actual. La construcción de capilla y porche son independientes, habiéndose construido primero la capilla, como es lógico, y después se adosaron las paredes del porche.”  

Arquitectura tradicional con viviendas elaboradas en la característica piedra de la zona como mampostería sin mortero que desarrollan planta baja, primera, segunda y hasta como hemos visto en el censo de 1940, tercera en algun caso. Son construcciones humildes dotadas de ventanas pequeñas, dinteles de madera, tejados a dos aguas en teja de barro cocido si bien en construcciones menores como corrales, se ven cubierta de losas de piedra. La estructura de madera ha cedido en muchos casos dejando ver el interior de los edificios y la forma de construirse. Las calles todavía son accesibles pero cada vez cuesta más atravesarlas. 

Hubo electricidad, probablemente durante poco tiempo, y permanece en pie el particular edificio alargado del transformador pero no se ven indicios de canalizaciones de aguas limpias ni sucias. A finales de la década de 1980 algunas casas estaban en relativo buen estado. En 2020 están todas arruinadas. 

Aldealcardo Despoblados de Soria
Muro de edificio (2018). Foto Cándido Las Heras Martínez

Gracias a las investigaciones citadas de Faustino Calderón, hemos podido averiguar y confirmar algunas noticias que teníamos sobre ciertas costumbres festivas de Aldealcardo:  

  • Celebraban sus fiestas patronales el 10 y 11 de septiembre en honor a la Virgen de la Piedad con procesión de la imagen. Faustino Calderón ofrece una fotografía cedida por Raúl Verdugo y que por el estilo podría fecharse hacia 1955, en la que se observa una comitiva procesional en la que cuatro hombres llevan en andas un interesante grupo escultórico de la Piedad que representa la escena habitual de la Virgen con su Hijo muerto en su regazo. Como curiosidad, en la imagen sólo se observan rostros masculinos entre los presentes sin poder averiguar si fue la casualidad del momento o si hombres y mujeres procesionaban separados. En esos días mataban alguna gallina, conejo o cordero con el fin de agasajar a los familiares que acudían a las fiestas, a las que también acudían vecinos de los pueblos cercanos. Había baile en la plaza a cargo de algunos músicos de Yanguas o de San Pedro Manrique.  
  • En noviembre y por San Clemente, titular de la iglesia parroquial, celebraban la matanza. 
  • Añade Faustino Calderón que el cura y el médico venían de Villar del Río, el cartero desde La Cuesta, y que como en todos los pueblos de la comarca, el mercado semanal de los lunes en San Pedro Manrique era mucho más que eso, era un lugar de encuentro, un acontecimiento al que había que acudir para comprar, vender, enterarse de las novedades y ver a los familiares o conocidos. Para otras compras se desplazaban a Villar del Río, pero también hasta Aldealcardo llegaban vendedores ambulantes. 

Como aldea perteneciente a la jurisdicción de Yanguas, cabe suponer que buena parte de los aldealcardeños serían arrieros gracias a las ventajas económicas históricas para los yangüeses dedicados a este oficio, actividad que compatibilizarían con la agricultura, pero sobre todo con la ganadería trashumante cuando el transporte de mercancías comenzó a dejar de ser interesante. De hecho por Aldealcardo pasa la Cañada Real Soriana y actualmente un tramo del GR 86. Ahora la única actividad económica de sus tierras es la agricultura de secano.  

Resulta sorprendente conocer que en este desolado lugar y a finales del siglo XVIII existió un reconocido taller de relojería que dirigido por «Juan Ximénez de Aldea del Cardo» elaboró varias piezas no inventariadas y otras que se atribuyen a su mano, aunque el ejemplar mejor conocido es una pieza que realizó en 1799 para el reloj de la iglesia parroquial de Oncala y que los investigadores del área alaban como ejemplar muy raro que está elaborado por medio de una técnica que aún sorprende. 

A finales del siglo XIX hubo intentos de explotar y construir algún tipo de balneario a partir de las fuentes de aguas medicinales del cercano Ontálvaro que eran muy alabadas en la prensa local soriana del momento, y aunque parece que en Aldealcardo llegó a haber bañistas alojados en casas particulares, el proyecto no prosperó. 

Alberto Arribas, con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor

(1) PÉREZ-Rioja, José Antonio (2005): El alma de Soria en el lenguaje. Colección Temas Sorianos nº 50. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria, Soria, página 30. 

(2) ASÍN PALACIOS, Miguel (1944): Contribución a la toponimia árabe de España. CSIC, Madrid, 2ª edición, página 56.  

(3) GARCÍA BERLANGA, Francisco (1992): Cultura iberoeuskérica. El euskera fue la lengua primitiva de España. Edición del propio autor, página 100.  

(4) RUBIO DE LUCAS, José Luis (2001): La tierra de los dinosaurios a través de las cañadas. Edita la Excomunidad de la Villa de Yanguas y su Tierra, página 140. 

 (5) ALFARO PEÑA, Eduardo (2006): Castillejos y Villares. Modelos de poblamiento antiguo en el interior del Sistema Ibérico. Soria Edita, página 43. 

(6) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid. 

(7) MADOZ, Pascual (1850): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid. 

(8) MIÑANO Y BEDOYA, Sebastián (1826-1829): Diccionario geográfico-estadístico de Soria. Edición de Silvano Andrés de la Morena, Soria Edita, Soria. 

(9) ROMERO SALVADOR, Carmelo, GARCÍA ENCABO, Carmelo y CABALLERO DOMÍNGUEZ, Margarita (1985): La provincia de Soria entre la reacción y la revolución (1833-1843). Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria, colección Temas Sorianos nº 10, Soria páginas 215-232. 

(10) SANZ SÁNCHEZ, Andrés (2001): Demografía de la Soria rural durante el siglo XX. Celtiberia nº 95, página 131. 

(11) GOIG SOLER, Isabel (2002): El lado humano de la despoblación. Colección los libros del Santero nº 4, edita Centro Soriano de Estudios Tradicionales, Soria, página 174.  

(12) GOIG SOLER, Isabel: A Pie por Soria. Tierras Altas (Villaseca Bajera-AldealcardoOntálvaro-La Cuesta) (Ruta de la Despoblación 4) en http://soria-goig.com/Rutas/pag_0468.htm (consultado en diciembre de 2020) 

 (13) MARTÍNEZ FRÍAS, José María (1980): El Gótico en la provincia de Soria. Arquitectura y escultura monumental. Ediciones de la Universidad de Salamanca, Salamanca. 

(14)  ALFARO PEÑA, Eduardo (2010): ERMITAS EN LA CUBETA DE MAYA Y EL VILLAR: SAN ROQUE http://www.idoubeda.com/2010/10/ermitas-de-la-cubeta-de-maya-y-el.html (22/10/2010)