Almadeque (castillo de)

Antigua población con categoría de caserío, hoy deshabitada y situada junto al torreón del mismo nombre, al sur de Arcos de Jalón.

Almadeque (castillo de) Despoblados de Soria
Panorámica de Almadeque (2015). Foto Blas Gonzalo

Fecha de despoblación: Desconocida

Localidad: Sagides

Estado actual: Despoblado

Término municipal: Arcos de Jalón

Descripción

El Castillo de Almadeque está formado por una serie de edificios parcialmente arruinados entre los que destaca sobre un altozano rocoso, una torre circular parcialmente derrumbada junto a la que se construyó una casona fortificada. A los pies discurre el arroyo Vadillo y quedan restos de varios edificios que por el aspecto, alguno podría ser de uso residencial pero la mayor parte parecen de uso agrícola o ganadero.

Gonzalo Martínez Díez (1) lo incluye entre los despoblados de origen cristiano que pertenecieron a la jurisdicción administrativa de la Comunidad de Villa y Tierra de Medinaceli y lo documenta en 1353 y 1785, localizándolo en Sagides, cuatro mil doscientos metros al norte noroeste del pueblo.

Se sitúa junto al torreón del mismo nombre, al sur de Arcos de Jalón, en la localidad de Sagides, cerca de la desembocadura del arroyo de Valzarzo en el río Vadillo o Madre, unos kilómetros a la izquierda de la carretera que va de Aguilar a Chaorna, a 4,2 km al nordeste de la localidad, y a 1.000 metros de altitud.

Datum: ETRS89 Huso UTM: 30
Latitud: 41,1822327890 Coord. X: 562 589,92
Longitud: -2,2537250516 Coord. Y: 4 559 255,36

Latitud: 41º11′ N. Longitud: 2º15’10» W.

 

Hay varios accesos más o menos convenientes en función del estado de los caminos que en turismo normal no son adecuados en épocas de lluvias, o de si se pretende hacer también una sesión de senderismo, bicicleta o una ruta en todoterreno.

El que proponemos a continuación puede hacerse en coche en su mayor parte. Hay que salir en dirección sur de Aguilar de Montuenga a Chaorna por la SO-P-3008 y recorrerlo unos siete kilómetros hasta prácticamente la via del AVE. Allí, a la derecha, sale un camino paralelo a las alambradas del ferrocarril por su lado norte que, salvo en época de lluvias está en buen estado. Se continúa circulando doscientos metros hasta el siguiente cruce que sale a la derecha, un camino de concentración que ya es aconsejable hacerlo a pie o en vehículos 4×4 pues para un turismo normal puede resultar inadecuado. En cualquier caso debe recorrerse entre fincas de cultivo unos 700 metros hasta el final de estas parcelas donde se juntan con otro camino que viene por encima de las vías hacia al norte, y juntos llegan al monte de carrascas, cada vez más espeso. Aquí, que ya estamos a unos quinientos metros del final, conviene dejar el coche y seguir a pie pues aunque hay camino para dar servicio a las fincas, es largo y complicado. Lo mejor es cruzar campo a través por el monte en dirección oeste y al poco veremos delante y a nuestra derecha Almadeque. Hay que descender ese barranco hasta el camino y por el norte, enseguida llegaremos a nuestro destino.

El otro, propuesto por Alberto Manrique Romero (2), llega en vehículos todoterreno hasta Almadeque pero es menos aconsejable hacerlo a pie pues es más largo. Parte desde la misma carretera pero hay que tomar el camino en dirección noroeste que a la derecha sale antes de llegar a una curva muy cerrada a la altura del punto kilométrico 6,8, precisamente junto a la señal que aconseja tomar la curva a 30. Aquí se inicia el camino de Chaorna que está en peor estado que el anterior pero que también puede hacerse parcialmente en cualquier turismo. Desde este cruce, llamémoslo punto 0, hay que recorrerlo en principio en dirección norte y alejándonos del destino final. Tras recorrer 1,1 km se llega a un cruce camino junto al cauce de un arroyo, el Vadillo o Madre. En este punto 1 tomamos el camino a la izquierda, en dirección sur, que ya está en peor estado y que discurre entre monte bajo y fincas de cultivo. Tras dos kilómetros de recorrido y junto a unas curvas, aparece la torre de Almadeque.

Para Miguel Asín Palacios (3) el topónimo es de origen árabe y significa «el desfiladero», un nombre muy adecuado para un lugar situado donde el desfiladero del río Valzarzo desemboca en el del Vadillo.

El topónimo árabe, la ubicación y la abundancia de restos islámicos defensivos en una comarca que estuvo bajo esa influencia musulmana durante siglos, hace que inevitablemente pensemos que el origen del poblado y de la fortaleza corresponda a esa cultura, una hipótesis compartida por Ángel Lorenzo Celorrio (4) para quien el origen del conjunto fortificado es la atalaya o torre circular que parcialmente arruinada permanece y que considera obra musulmana del siglo X, a la que unos quinientos años más tarde se añadió el caserón anexo.

Sin embargo el lugar es sin duda antiguo y mucho más notable pues para Benito Gaya Nuño (5), este Castillo de Almadeque es el mismo lugar llamado Fash Albaracat en la obra de Ibn Hayyan Anales palatinos del califa de Córdoba Al-Hakam II, y que sería aquel mítico lugar de la historia de Soria en el que el conde Garcí Fernández derrotó a las tropas islámicas en el año 974, causando la muerte del gran walí Mahde Ibn Timlet.

Otros investigadores no comparten esa posibilidad y sitúan aquella legendaria batalla en la zona del Araviana, y aunque no cabe duda de la gran antigüedad del origen de Almadeque, documentalmente no surge hasta mediados del siglo XIV. Según fr. Toribio Minguella y Arnedo (6) en 1353 se da fe de su existencia junto con Judes y Chaorna bajo la forma «exudes e de echa forma e de almandaque», en una relación de iglesias que había en la diócesis de Sigüenza, perteneciendo la de Almadeque al arciprestazgo de Medinaceli.

Posteriormente y según Juan Luis Pérez Arribas (7), volvemos a documentar Almadeque en el censo de población del Ducado de Medinaceli de 1488, cuando disponía de dos vecinos, pero no volvemos a tener noticias en posteriores censos hasta mediados del XVIII cuando se confecciona el Catastro de la Ensenada. En este caso no hemos podido consultar el documento original que sí debe existir pues se documenta como un “caserío del Castillo de Almadeque” que se cita en las respuestas de Sagides al nombrarlo como referencia geográfica norte. Sí ha podido estudiarlo María del Carmen Pérez de Guinea (8) que lo describe como una aldea de la jurisdicción de la villa de Medinaceli, del Señorío de don Juan José Salazar y Morales. Había entonces un residente colono, tres labradores y un criado, y como único edificio cita un castillo.

Un siglo después Pascual Madoz (9) lo recogía con el siguiente texto:

«cast.  granja de la provincia de Soria, partido Jud. de Medinaceli, término Jurisd.  de Sagides: se halla bastante bien conservado y le habita un vecino dedicado al cultivo de varias tierras de labor que hay inmediatas, las cuales asi como el cast., pertenecen al marqués de Someruelos».

Manuel Blasco Jiménez no lo incluye y ni siquiera lo nombra en sus Nomenclátor de 1880 y de 1909 lo que nos hace pensar ya en su despoblación, sin embargo en ese periodo consta su población con más de un vecino pues el Nomenclátor de la diócesis de Sigüenza (10) lo incluye como un anexo de Sagides que tiene varios vecinos que viven de la tierra.

Es la última referencia documentada a una población estable y aunque hay algunas noticias confusas en cuanto una posible presencia de colonos a mediados del siglo XX, no se ha podido probar que alguien habitase este conjunto que, según Alberto Manrique, fue de los Águila, una noble familia de Medinaceli. Posteriormente pasó a propiedad de los marqueses de Someruelos y después al marquesado de Casablanca, propietarios también de uno de los más destacados palacios de Medinaceli y a quienes no hace muchos años seguía perteneciendo.

Atalaya y edificio anexo

Como se recogía unas líneas más atrás, Lorenzo Celorrio (o. c.) considera que el origen del conjunto es una atalaya musulmana del siglo X construida en piedra de mampostería que desarrolla una construcción de planta circular de unos cinco metros de diámetro. Esta atalaya no era un elemento aislado pues formaba parte del conjunto de torres que existió integrado en un sistema defensivo y de vigilancia formado por la fortaleza de Arcos de Jalón, la torre de Chaorna, el «peñote» de Aguilar de Montuenga y el castillo de Montuenga, con los que mantendría contacto visual.

Almadeque (castillo de) Despoblados de Soria
Almadeque hacia 1916. Foto Cabré

El avance de la reconquista cristiana alejaría ese peligro, pero estas fortalezas no dejaron de tener sentido militar pues siguieron siendo estratégicamente útiles en los frecuentes conflictos entre castellanos y aragoneses, al menos hasta la “unión” de ambos reinos a finales del siglo XV. Quizá fue entonces cuando la zona ya alejó definitivamente su interés militar y algún propietario decidió construirse una casona anexionándole a la torre un edificio de muros de mampostería que se extiende y adapta a lo largo de toda la península rocosa sobre la que aparece la torre que podría usar como mirador o palomar. Este edificio que desarrolla una extraña planta en punta al adaptarse al terreno, lleva en el muro norte una puerta en arco de medio punto dovelado cerrado por una sólida puerta de hierro, y conserva unas saeteras características que permiten situar la construcción de esta parte del conjunto en algún momento del siglo XV (11) o del XVI (12).

El edificio está construido en piedra de mampostería con estructura de madera y desarrolla una planta baja donde se ubica la cocina y las cuadras con sus pesebres de obra, una primera planta con dependencias domésticas y un somero bajo la cubierta. Es posible observar algunas imágenes correspondientes al interior y que son obra de Ricardo Roldán, en la página web del Ayuntamiento de Arcos de Jalón (13).

Almadeque (castillo de) Despoblados de Soria
Atalaya y edificio anexo (2014). Foto Blas Gonzalo

Al describir este edificio anexo a la torre se ha empleado deliberadamente la palabra “casona” en lugar de “castillo” pues pese a que a simple vista el conjunto parezca un castillo o una fortaleza, Ángel Lorenzo considera que el escaso grosor de sus muros no es el adecuado para una construcción defensiva que se asemeja más a una casa fuerte de carácter residencial que a una fortaleza.

La torre se presenta hoy parcialmente arruinada con la parte superior desmochada, un derrumbe que a juzgar por las imágenes de Juan Cabré Aguiló (14), se produjo en el siglo XX pues hay referencia de que en la década de 1980 ya se había derrumbado. El resto del conjunto se encuentra en mejores condiciones y no amenaza ruina pero no tiene uso y su estado de conservación exige mantenimiento periódico y algunas reparaciones. En su conjunto, la Asociación Hispania Nostra incluyó Almadeque en su conocida Lista Roja.

Almadeque (castillo de) Despoblados de Soria
Atalaya en 2015. Foto Blas Gonzalo

Alberto Arribas, con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor

(1) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid, página 226.

(2) MANRIQUE ROMERO, Alberto (1999): Guía para descubrir el Alto Jalón. Ámbito Ediciones, Valladolid, página 97.

(3) ASÍN PALACIOS, Miguel (1944): Contribución a la toponimia árabe de España. CSIC, Madrid, 2ª edición, página 102.

(4) LORENZO CELORRIO, Ángel (2003): Compendio de los castillos medievales de la provincia de Soria. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas sorianos nº 44, Soria, página 181.

(5) GAYA NUÑO, Benito (1952): “Toponimia y arqueologías sorianas. El estrato árabe”. Celtiberia nº 4, página 239 a 254.

(6) MINGUELLA Y ARNEDO, Fray Toribio (1910): Desde principios del siglo XIV hasta comienzos del siglo XVII. Volumen II. Madrid, Imprenta de la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos», página 329.

(7) PÉREZ ARRIBAS, Juan Luis (Otoño 2009): “Población de la Tierra de Medinaceli según el Censo de 1488, ordenado hacer por el I Duque de Medinaceli, don Luis de la Cerda”. Revista de Soria nº 66 IIª época, página 68.

(8) PÉREZ DE GUINEA, María del Carmen (1982): Estudio sobre la sociedad soriana en el siglo XVIII. Consejo General de Castilla y León, Valladolid, página 289.

(9) MADOZ, Pascual (1846-50): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, 1993. Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid.

(10) ANÓNIMO (1886): Nomenclátor descriptivo, Geográfico y Estadístico del obispado de Sigüenza (Zaragoza, Tip. De Mariano Salas 1886, página 131).

(11) SÁENZ RIDRUEJO, Clemente; ZAMORA LUCAS, Florentino (1974): Corpus de Castillos medievales de Castilla. Bilbao, 1974.

(12) http://www.hispanianostra.org/lista-roja/?q=node/452

(13) http://www.arcosdejalon.info/arcosdejalon-v/phistoria/historia004.htm

(14) CABRÉ AGUILÓ, Juan (1912-1917): Catálogo Arqueológico, Histórico, Artístico y Monumental de la provincia de Soria, tomo IV página 191, obra manuscrita inédita Consultada la copia digital de la biblioteca Tomás Navarro del Ministerio de Cultura digitalizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España disponible en http://biblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/index_interior_soria.html