Despoblado de Espejo de Tera, ubicado en un soto.
Despoblado de Espejo de Tera, término municipal de Almarza, ubicado en un soto al pie oriental de la sierra de la Carcaña.
Antes de llegar a Espejo de Tera desde la N-111 y tras cruzar el puente del río Tera, a unos trescientos metros a la izquierda comienza el camino a Chavaler, una pista de tierra en dirección sur en buen estado y que hay que recorrer unos 900 metros hasta el punto georreferenciado, a la derecha de camino, donde se localiza el despoblado, en la margen izquierda del río Tera que discurre a unos 400 metros al oeste.
Gonzalo Martínez Díez (1), quien lo documentó en la tradición oral pues no aparece recogido en documento alguno, dice que del despoblado quedaban “abundantes restos”, una anotación que debe indicar una rápida degradación pues pocos años después de su publicación ya no eran visibles. Tampoco así lo conociera el catálogo de inventarios arqueológicos de la Junta de Castilla y León (2) que añade: «En el lugar sólo se aprecian algunas piedras calizas y abundantes tejas curvas, además de cerámica medieval y moderna de escasa relevancia formal, así como algunos fragmentos líticos. En la parte alta se observa una edificación rectangular de origen no bien conocido y reutilizado como majada. No se documentan más restos característicos, por el aterrazamiento para el cultivo».
En esa zona hay un manantial llamado de Los Arroques donde la tradición oral considera que hubo otro despoblado pero que a falta de análisis más detallados que lo corroboren o no, pensamos se trataría más bien de una pequeña granja de carácter familiar que ni siquiera llegó a tener la consideración de caserío.
En las inmediaciones de lo que pudo ser el despoblado se conservan, en el río Tera, los restos del azud que abastecía de agua al Molino de la Pradera, ubicado unos mil metros aguas abajo.
DATUM | LATITUD LONGITUD |
ETRS89 | 41.874108 -2.484276 |
ETRS89 | 41° 52′ 27′′ N 2° 29′ 03′′ W |
UTM 30 | Coord. X Coord. Y |
542.795,09 4.635.927,23 | |
Altitud | 1071,16 m |
Eleuterio Carracedo (3), basándose en las investigaciones toponímicas que inició Benito Gaya Nuño (4), lo relaciona con topónimos vascos y cree que éste como los que llevan la base prerromana ARR- (ARRI-, HARRI) proceden de CARRI- “piedra” junto a la base ARRO- “regar”, y servirían para explicar el origen de estos topónimos. Tampoco descarta relacionarlo con el castellano “herrén” (forraje), derivado del latín vulgar farragine.
El topónimo también podría estar relacionado con las palabras Arrañe, Arrañal o Arreñal, nombres que según José Antonio Pérez-Rioja (5), en la provincia de Soria (6) designan una “Cerrada pequeña.// Parcela labrantía, reducida, situada por lo general en la parte trasera de la casa o muy cerca del pueblo”. Este autor (7) citando a Herrero Ingelmo y con el significado de “Pieza cercada junto a casas o tainas” también recoge formas parecidas con “H” inicial Herrañes (Sotillo del Rincón); Harreñal y Harrañes, en Osona y San Pedro Manrique.
Díez y Galán (8) recogen que en el Antiguo Régimen sus términos pertenecían al realengo y que eran usufructuados por la Ciudad y la Tierra de Soria, y añaden que este lugar no aparece ni en el Padrón de 1270 ni en la Sentencia de Concordia de 1352.
Tampoco se documenta en el catastro de la Ensenada (1752), ni siquiera en el apartado dedicado a Chavaler en cuya respuesta tercera el escribano tuvo especial cuidado por anotar otros despoblados con los que entonces limitaba su término, pero sin recoger este de Las Arrañas.
Nada sabemos de parroquia o edificio religioso alguno, pero debió tenerlo y probablemente dedicado a San Miguel, pues el citado inventario arqueológico de la Junta de Castilla y León recuerda una tradición que sostiene que cuando Las Arrañas se despobló, esa imagen fue trasladada a Canredondo de la Sierra donde pasó a ser el santo patrón de la localidad.
Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor
(1) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid, página 169.
(2) https://servicios.jcyl.es/pweb/datosGIS.do?tipo=Yacimiento&numero=185518 (vista el 06/06/2022).
(3) CARRACEDO ARROYO, Eleuterio (1996) Toponimia de la Tierra de Soria. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas sorianos nº 32. Imprenta Provincial de Soria, Soria página 135
(4) GAYA NUÑO, Benito (1951): “Toponimia y arqueologías sorianas”. Revista Celtiberia nº 2, página 255.
(5) PÉREZ-RIOJA, José Antonio (2005): El alma de Soria en el lenguaje. Colección Temas Sorianos nº 50. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria, Soria, 2005, página 57.
(6) Es cierto que esas palabras no parecen recogidas en el Diccionario de la Real Academia ni en el Diccionario de Autoridades, pero en todo caso sería un sorianismo extendido, pues con el mismo significado se ha recogido en varios puntos de la provincia de Guadalajara y en la de Cuenca, aunque también en otros puntos más alejados de nuestra provincia como Zamora.
(7) O. C. página 219.
(8) DÍEZ SANZ, Enrique y GALÁN TENDERO, Víctor M. (2012): Historia de los despoblados de la Castilla Oriental. Tierra de Soria siglos XII a XIX. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria, colección Temas Sorianos nº 56, página 297.
Asociación de Amigos del Museo Numantino