Borque

Despoblado ubicado en el término de Velilla de los Ajos.

Borque
Nave de la iglesia de Borque. Foto Alberto Arribas

Fecha de despoblación: Desconocida

Localidad: Velilla de los Ajos

Estado actual: Despoblado

Término municipal: Velilla de los Ajos

Descripción

Despoblado ubicado en el término de Velilla de los Ajos, a unos cuatro kilómetros al noroeste del municipio.

Saliendo de Velilla de los Ajos en dirección sudoeste por la carretera SO-P-3171 hacia Morón de Almazán, tras recorrer poco más de 900 metros, a la altura del pk 14,8, a unos 100 metros antes de cruzar el Arroyo de Valdevelilla, sale a la derecha un camino de tierra en buen estado que se dirige en dirección noroeste y que hay que seguir de frente, omitiendo cualquier cruce. Tras recorrer poco más de tres km, y sobre una ligera elevación a nuestra izquierda, veremos las ruinas de la iglesia de San Millán, único resto del despoblado de Borque.

DATUM   LATITUD                    LONGITUD
ETRS89 41.49934930355218     -2.9073230350611174
ETRS89 41° 29′ 57″ N                     2° 17′ 47´´W
UTM 30    Coord. X                    Coord. Y
  558.739.07                  4.594.430.40
Altitud   1126.70 m

Muy cerca de allí, al fondo de la ladera nordeste, nace una abundante corriente de agua que forma el arroyo de los Caños de Borque. Según la información proporcionada de 1997 por Anselma Rodríguez, vecina de Velilla, el despoblado se llamaba como el arroyo, los Caños del Borque, una forma con la que aún podemos recogerlo en algunas webs y publicaciones de carácter informativo más que histórico. En este caso la presencia del manadero de agua podría explicar el topónimo Caños, por la presencia pasada de algún tubo o “caño” por el que aflorase el agua. También es factible que el otro elemento toponímico, Borque, pueda corresponder con el nombre del poblador, aunque parece más probable que esté relacionado con el árabe Bor (torre), pues muy cerca persisten también los escasos restos de una atalaya circular presumiblemente musulmana.

La presencia de esa torre nos indica una ocupación militar entre los siglos X y XI, pero no necesariamente la de un poblado. Probablemente, como el resto de la comarca, pasaría a manos cristianas hacia 1120 cuando Alfonso I de Aragón conquista el valle del Jalón y finalmente acaba pasando a Castilla en 1134.

Es muy probable que allí surgiera entonces un pequeño núcleo poblacional, si es que no existía previamente. La construcción de la iglesia, entre el siglo XII y el XIII, sugiere la existencia de un poblado del que no tenemos constancia documental hasta mediados del siglo XIV, según la relación de parroquias de la diócesis de Sigüenza, arciprestazgo de Almazán, que ofrece fray Toribio Minguella y Arnedo (1), en 1353, donde cita “bonorque e villiela”.

Gonzalo Martínez Díez (2) recoge esa referencia de Minguella y ofrece otra que no explica en 1594, sin indicar si seguía habitado o no. Por otra parte el Censo de Pecheros de 1528 ofrece información de Vililla con 48 vecinos, pero ya no recoge la forma “bonorque” ni la más moderna de Borque.

No hemos localizado datos posteriores en los censos o en el Catastro del Marqués de la Ensenada, si bien el análisis de la toponimia local que recoge Carles de Escalada (3) ofrece algunos nombres con el complemento de Borque, que bien pueden referirse al despoblado (senda de la vega de Borque, el llano de Borque, las fuentes de Borque…) o al nombre o apellido de una persona (La fuente de la tía Borque), aunque ninguno de ellos nos indique poblamiento.

Ermita de San Millán

En 1998, Jaime Nuño Gonzalo (4), antes de que se realizara la concentración parcelaria en Velilla de los Ajos, llegó a apreciar restos de construcciones, que para él eran las viejas casas de Borque.

En la actualidad sólo quedan los restos de lo que fue la parroquia dedicada a San Millán, hoy ermita arruinada pero que contiene algunos destacados elementos arquitectónicos. Jaime Nuño Gonzalo la describe como de nave única, orientada canónicamente y levantada en mampostería con vanos y esquinales de sillería. La capilla mayor consta de tramo presbiterial de planta rectangular que se continúa al ábside de planta semicircular, apenas abierto por una pequeña saetera que preside el testero y que, recercada de sillarejo y abocinada al interior, es idéntica a la que perfora el muro sur iluminando el presbiterio, si bien la del ábside fue tapiada reconvirtiéndola en una hornacina que alojaría una imagen de San Millán, que se custodia en la actualidad en la iglesia de San Pedro Apóstol de Velilla de los Ajos. El muro exterior del ábside está rematado por una cornisa de listel y nacela sobre canecillos nacelados.

Curioso acceso al púlpito (no conservado) atravesando el arco de gloria
Curioso acceso al púlpito (no conservado) atravesando el arco de gloria. Foto Ángel Lorenzo

El ábside se comunica con la nave por un potente arco triunfal que se nos antoja de una desproporcionada anchura (1,25 metros) siendo el elemento más característico y peculiar del templo. Abierto en arco de medio punto, en el intradós de una de las dovelas del lado norte se observa el relieve de un cuadrúpedo devorando una cabeza. El arco descansa sobre impostas de nacela, cada una con relieves de cuatro figurillas humanas de escaso detalle, que cruzan sus brazos sobre el pecho. Las anchas pilastras tienen talladas en el frente dos someras semicolumnas, con bocel entre ambas, y con un engrosamiento en la parte superior, como si se quisiera representar un atrofiado capitel rematando cada una de las columnas.

En algún momento posterior a su construcción, en el muro norte del arco se abrió un púlpito con escaleras, lo que le añade interés para calificar esta cabecera como un modelo atípico dentro del románico soriano, especialmente por este peculiar arco triunfal.

Arco de Gloria de la iglesia de Borque
Arco de gloria de la iglesia de Borque. Foto Ángel Lorenzo

Apenas quedan algunos restos del tejado, pero la forma tanto del hastial occidental como del arco de gloria nos lleva a pensar que la nave se cerró con cubierta a dos aguas mientras que la del ábside era abovedada. Una línea de mechinales en la cara interior del citado hastial induce a pensar en un coro del que no quedan restos.

En el lado meridional se encontraba la portada, hoy totalmente desaparecida, en la que quedan restos de un par de muros, perpendiculares a la nave, que sugieren la existencia de un sencillo pórtico.

Iglesia de Borque. Vista de la pared meridional arrasada. A la izquierda, el hastial occidental
Iglesia de Borque. Vista de la pared meridional arrasada. A la izquierda, el hastial occidental. Foto Ángel Lorenzo

Jaime Nuño Gonzalo (o.c.) atribuye la fábrica de la obra al siglo XIII. Por su parte Pedro Luis Huerta Huerta (5) data la obra de la iglesia en los comienzos del mismo siglo XIII y dice de Borque que está documentado en la Estadística de la diócesis de Sigüenza de 1353.

Teresa García López, José María Incausa Moros y Luis C. Pastor Laso (6) apuntan una reparación de la nave en el siglo XVII: «quizás por problemas en la construcción, la nave se reconstruyó con muros más delgados de mampostería menuda, a la vez que era estrechada, aunque conservando los arranques de sillería de la antigua nave, los cuales la separaban del presbiterio. Esta reforma descentró la cabecera».

Por las indicaciones de nuestra informante Anselma Rodríguez, anteriormente mencionada, calculamos que los actos religiosos y el culto pudieron perderse hacia principios del siglo XX.

Isabel Goig Soler (7) citando un texto de Daniel Sánchez (8), recuerda que a la ermita de San Millán acudían los velillenses en romería para pedir agua, haciéndolo de esta guisa: “Si la atmósfera presenta / malas nubes tormentosas / conviértalas San Millán / en lluvias beneficiosas”.

San Millán en la iglesia de San Pedro (Foto L.P.)
San Millán en la iglesia de San Pedro. Foto Luis C. Pastor

Atalaya

A unos cien metros al noroeste de las ruinas de la iglesia y en una cota ligeramente superior, 1129 m, aparecen los escasos restos de lo que debió ser una atalaya musulmana que Ángel Lorenzo (9) estima construida en el siglo X, en mampostería y cal. Las ruinas apenas alcanzan dos metros de altura y no en su totalidad pues falta una sección del círculo por su lado este. Destaca que en el exterior quedan las bases de unos muros de lo que pudo ser una fortificación aneja a la torre y delimitada en parte por un desnivel rocoso que facilitaría aún más la defensa que debe corresponder al albacar que observó Eduardo Carrión Matamoros (10). Continúa diciendo que estos muros parten de la torre y conforman un reducido espacio en cuyo interior hay restos de lo que pudo ser un aljibe excavado en la roca. La torre mantuvo comunicación visual con Maján, pero pese a su proximidad no lo mantendría con la Torre del Molino en Bliecos.

Atalaya de Borque
Atalaya de Borque. Foto Ángel Lorenzo

Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor

(1) MINGUELLA Y ARNEDO, Fray Toribio (1910): Desde los comienzos de la diócesis hasta fines del siglo XIII. Volumen I. Madrid, Imprenta de la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos».

(2) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid, p. 206 y 207.

(3) Debemos agradecer esta información al investigador Carles de Escalada que nos la ha trasladado de uno de sus estudios todavía inédito.

(4) NUÑO GONZALO, Jaime (2002): Enciclopedia del Románico en Castilla y León. Soria. Volumen III, Velilla de la Sierra. Edita Fundación de Santa María la Real, Aguilar de Campoo, pg.1.192-1.196

(5) HUERTA, Pedro Luis (2002): Enciclopedia del Románico en Castilla y León. Tomo I. Soria, Fundación Santa María La Real. Centro de Estudios del Románico.

(6) GARCÍA LÓPEZ, Teresa; INCAUSA MOROS, José María; PASTOR LASO, Luis C. (2022): San Millán de Borque, el Románico olvidado, artículo en El Día de Soria 25 y 26 de noviembre de 2022, páginas 34 y 35.

(7) GOIG SOLER, María Isabel; en http://soria-goig.com/despoblacion/despo_08b.htm#Borque consultada el 22/11/2022.

(8) Daniel Sánchez mantuvo durante años la página web http://www.velilladelosajos.com ofreciendo información sobre Velilla de los Ajos. Desafortunadamente al realizar la revisión final de este texto comprobamos que la web existe pero sin actualizar, lo que esperemos sea un problema puntual y pronto el lector interesado pueda volver a consultarla.

(9) LORENZO CELORRIO, Ángel (2003): Compendio de los castillos medievales de la provincia de Soria. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas sorianos nº 44, Soria.

(10) CARRIÓN MATAMOROS, Eduardo (2001): Historia de El Burgo de Osma. Edita Ayuntamiento de El Burgo de Osma, Imprime Gráficas Ochoa, Soria, página 118.