Lugar o granja, ubicada entre las localidades de Andaluz y Centenera de Andaluz.
Lugar o granja, ubicada entre las localidades de Andaluz y Centenera de Andaluz, en término de la primera, municipio de Berlanga de Duero.
La Casa del Bosque se encuentra a unos 4 km al este de Andaluz, en una zona de monte aún conocida como Bosque de San Jerónimo. Para llegar a ella hay que tomar una pista que sale de las afueras de Andaluz, por el lado este, y avanza en esa misma dirección con ligera desviación hacia el sur. Habiendo recorrido algo más de un km por esa pista en relativo buen estado, cuando el vial cambia repentinamente de dirección hacia el sur, aparece otra pista a la izquierda que mantiene la dirección este y que es la que tenemos que tomar. A partir de aquí las condiciones del firme son muy precarias. Después de recorrer unos 3 km surge, a la izquierda, un camino nos conducirá hasta las ruinas de la Casa del Bosque, visibles desde este cruce y apenas a unos 200 m.
DATUM |
LATITUD LONGITUD |
ETRS89 |
41,508652 – 2,759049 |
ETRS89 |
41º 30´ 31´´ N 2º 45´ 32´´ W |
UTM 30 |
Coord. X Coord. Y |
520.107,78 4.595.252,78 |
|
Altitud |
925 m. |
La denominación actual “Casa del Bosque” parece corresponder a un nombre común, una simple referencia para referirse a un lugar en medio del bosque en el que hay una casa, cuyo nombre original se olvidó; sin embargo en este caso parece que el nombre común “casa” es con el que se la denominó desde hace siglos. El otro nombre, San Jerónimo, es un hagiotopónimo que puede corresponder a la costumbre de denominar a un lugar con el nombre de un santo por ser la advocación del templo que hubo allí.
La primera noticia que hace alusión a este lugar la ofrece Salvador Barrio Onrubia (1) quien afirma que en el siglo XIII se conocía como “La casa de don Chicote” y “La casa de Mingo Gómez” que aparece como referencia geográfica en el documento del cardenal Halgrim de 17 de julio de 1229 en el que establecía los límites entre los obispados de Sigüenza y Osma.
Este dato no permite identificarlo como un pueblo, más bien como un pequeño poblado o granja donde habitaban las familias de dos personas a las que, al menos en un caso, cabe suponer cierta preeminencia al antecederle al nombre el título “don/doña”, entonces, más que ahora, aplicado protocolariamente a las personas que sin llegar a ostentar condición de nobleza, recibían este título de respeto o cortesía pues destacaban entre su vecindario quizá por su mayor formación cultural, por ostentar oficio relacionado con las leyes o simplemente por disponer de mayores recursos económicos.
Sin embargo aquel pequeño poblado llegó a contar con una capilla, un elemento que, además de ser una instalación dedicada al culto, nos apunta la posibilidad de que en algún momento aquella granja pudo llegar a disponer de su propia parroquia y pila bautismal, es decir, constituirse en poblado independiente. Esta hipótesis, de ser cierta, no lo sería por mucho tiempo pues como población debió desaparecer en algún momento entre esa referencia de 1229 y 1528, cuando no se recoge como núcleo poblacional independiente en el correspondiente censo pechero, ni tampoco aparece entre las aldeas integrantes de la Comunidad de Villa y Tierra de Andaluz a la que, por su ubicación, debería haber pertenecido antes que a la de Fuentepinilla.
Posiblemente, “La casa de don Chicote” y “La casa de Mingo Gómez”, ya fuese una aldea o una sencilla granja, acabó siendo un heredamiento de alguna familia noble pues de alguna forma que aún no hemos averiguado, estuvo vinculada al ducado de Abrantes y condado de Aguilar que como señores de Fuentepinilla tuvieron su palacio en esta villa.
El autor de la entrada correspondiente al blog Tierra de Fuentepinilla (2) afirma que el bosque perteneció a los duques de Abrantes, señores de Fuentepinilla y su Tierra, que construyeron aquí una casa de recreo con capilla incluida dedicada a San Jerónimo. Sería interesante conocer si la capilla fue iniciativa particular para el servicio religioso de la familia o si, como apuntábamos, pudo aprovechar un templo anterior, lo que avalaría la posibilidad de haber sido ermita y antes aún, parroquia.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada y en la ficha correspondiente a Andaluz (1752), en cuanto al número de vecinos de su pueblo respondieron refiriéndose a este lugar «…y Miguel de Soria vive en la Casa de Campo del Bosque el que no tiene vecindad adquirida y solo se le tiene en ella por havitante».
Es posible que este Miguel de Soria residiera en el lugar en calidad de guardés de la finca de los duques más, quizá, por el interés cinegético que por la condición de colono o campesino contratado para explotar los recursos agrícolas o forestales.
De lo que allí había en esa segunda mitad del siglo XVII, en el libro Fuentepinilla (3), los autores hacen alusión a una nota del insigne geógrafo Tomás López , miembro de la Academia de San Fernando, que redactada en 1796 afirmaba que en el bosque de San Jerónimo el Pedregoso había “gran casa palacio y en ella tiene su capilla San Jerónimo, en donde se decía misa en otros tiempos. En dicha casa ay su cárcel, cadenas y prisiones y a la puerta de la casa tiene la orca demostrando ser el Duque en dicho Bosque, Señor de horca y cuchillo”, si bien Paloma Torrijos (4) apunta a que esta segunda frase más bien parece referirse a la que fue su casa palacio de Fuentepinilla.
Tanto en los Nomenclátores de Blasco (5) (6) como en el Diccionario de Madoz (7), dentro de la descripción de Andaluz se cita el caserío del Bosque de San Jerónimo como perteneciente al Sr. Duque de Abrantes.
De lo que fuera la “Casa del Bosque” únicamente quedan las ruinas de un edificio principal y, muy próximos, los vestigios aún peor conservados si cabe, de diversas dependencias. En una de estas se aprecian los restos de un horno de cocer pan.
El edificio principal mencionado presenta una puerta de buenas dimensiones, pero todo su interior se encuentra cubierto por sus propios escombros y resulta inaccesible. Según nos confirman habitantes tanto de Andaluz como de Centenera de Andaluz, nada más entrar en el inmueble había un portal; hacia la izquierda estaban las diferentes dependencias de la vivienda y a la derecha la pequeña ermita de San Jerónimo.
En el exterior, en una especie de plazoleta en la parte noroeste del conjunto de edificios, se conserva un pozo de agua. Cercano a él una alargada mesa de hormigón con bancos corridos del mismo material nos sugieren alguna celebración de las gentes del entorno.
En el citado blog Tierra de Fuentepinilla, se recoge que la casa fue expoliada en los años ochenta del pasado siglo y desde entonces yace abandonada. Añade, recogido en Valderrueda, que en el bosque hay dos casas de carbonero donde se fabricaba carbón vegetal con madera de carrasca.
Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor.
(1) BARRIO ONRUBIA, Salvador (Primavera 2014): “Los límites entre la diócesis de Sigüenza y de Osma en el año 1229”. Revista de Soria nº 84, IIª época, página 68.
(2) El bosque de San Jerónimo, en http://tierrandaluz.blogspot.com/2016/12/el-bosque-de-san-jeronimo.html (02/12/2016)
(3) MANRIQUE ROMERO, Alberto, FRÍAS BALSA, José Vicente y HERRERO GÓMEZ, Javier (1993): Fuentepinilla. Centro de Estudios Sorianos (C.S.I.C.), Grafical S. L., Soria, página 18.
(4) TORRIJOS MEDINA, Paloma (2018): ficha del palacio, en http://palomatorrijos.blogspot.com/2018/04/fuentepinilla-soria.html (29/04/2018).
(5) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1880): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria, 1ª edición, Soria. Imprenta y Librería de la Infancia.
(6) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1909): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria. IIª edición, Soria. Ed. Tipografía de Pascual P. Rioja.
(7) MADOZ (1850): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid, 1993.
Asociación de Amigos del Museo Numantino