Despoblado del término municipal de Montejo de Tiermes.
Despoblado del término municipal de Montejo de Tiermes.
Tradicionalmente Jurdiel ha sido considerado como un barrio, primero, y un despoblado, después, de Cañicera, localidad que pertenece al término municipal de Retortillo de Soria. Sin embargo el despoblado, a algo menos de dos kilómetros al oeste de Cañicera, se encuentra dentro de los límites administrativos del municipio de Montejo de Tiermes.
Las fuentes han contribuido a incrementar esta confusión: Sebastián Miñano y Bedoya (1829) (1) recoge Jardiel, en entrada propia, como despoblado de Caracena. Por su parte Pascual Madoz (1850) (2), aunque lo escribe correctamente como Jurdiel, lo cita como uno de los seis despoblados de Hoz de Arriba, el mismo municipio al que lo adscribió Manuel Blasco (1880 y 1909) (3), aunque según Gonzalo Martínez Díez (1983), “Jurdiel es un despoblado en el término de Valderromán”.
DATUM |
LATITUD LONGITUD |
ETRS89 |
41.336865 – 3.130400 |
ETRS89 |
41º 20´ 13´´ N 3º 07´ 49´´ W |
UTM 30 |
Coord. X Coord. Y |
489.089,18 4.576.161,62 |
|
Altitud |
1.167 m. |
El despoblado se localiza en las tainas del mismo nombre junto al Arroyo de Las Balsas, en un paraje al que se accede por la carretera SO-135 de Retortillo a Ayllón.
A la altura del kilómetro 13,6 en dirección oeste, tomaremos una pista que sale a nuestra izquierda en dirección a una granja moderna. Apenas recorridos doscientos metros nos encontramos en el despoblado cuyos restos aparecen justo debajo y adosados a un pequeño cantil de roca.
Para Eleuterio Carracedo Arroyo (4) el nombre del despoblado es uno de los “Topónimos que justifican la presencia de mozárabes”.
Según afirma Gonzalo Martínez Diez (o. c.), Jurdiel formó parte de la Comunidad de Villa y Tierra de Caracena, y Paulino e Inocente García de Andrés (5) citan Jurdiel como perteneciente al Sexmo de Arriba (6) de la misma Comunidad de Villa y Tierra.
La primera referencia documental que conocemos de Jurdiel la proporciona el censo pechero de 1528 que recoge la existencia de tres vecinos de esa clase.
Por su parte Guillermo García Pérez (7) recoge que en 1571 “el barrio de tiermes y jurdiel” aparecen juntos pagando un impuesto. Unos años después el censo de 1594 refleja seis vecinos referidos exclusivamente a Jurdiel y confirma su pertenencia a la Tierra de Caracena.
Siglo y medio más tarde, en 1752, el Catastro del Marqués de la Ensenada lo considera un despoblado de Valderromán, agregado a la jurisdicción de Caracena y perteneciente a la duquesa viuda de Uceda y marquesa de la villa de Caracena. En él había tierras de secano donde sembraban trigo, avena y cebada, además de prados, montes y tierras incultas. Disponía de “un plantío de árboles frutales de manzana, guinda y ciruela, y otro de silvestres como son olmos, álamos y chopos”. No consta la existencia de viviendas.
Aun careciendo de datos más precisos sobre la fecha de su abandono, entre 1594 y 1752 según lo anteriormente expuesto, no creemos que después de la redacción del catastro del marqués de la Ensenada se volviese a poblar, como podría interpretarse en un texto de Paulino García de Andrés (8) cuando dice “Jurdiel: despoblado desde el XIX”.
Jurdiel es hoy un conjunto de edificaciones arruinadas pero aún reconocibles, que no denotan una gran antigüedad y que parecen haber sido concebidas y empleadas exclusivamente para guardar ganado, algo que ha podido suceder hasta hace pocos años (9). Son sencillas construcciones de planta baja con muros de piedra aparejados con barro y en algunos casos de piedra en seco. Las cubiertas, con estructura de madera y teja árabe, estaban confeccionadas a un agua aprovechando el frente de piedra que también les servía de pared en el lado norte. Solo una construcción, bien conservada en la actualidad aunque en la parte superior del cantil, presenta una cubierta a cuatro aguas.
Aunque Gonzalo Martínez Díez (o. c.) dice que “en el lugar, los nombres de San Juan y San Nicolás recuerdan la iglesia de Jurdiel”, no se ha podido identificar la existencia de algún edificio que tuviera más mérito que otros y que pudiera haber sido la iglesia.
Sobre este asunto, García Pérez apunta la posibilidad de que aquí haya existido “un castillejo caminero” y comenta la existencia, al norte, de un túmulo que cree guarda los restos de una iglesia o ermita dedicada a San Juan y que desarrolla una planta de seis metros de anchura por dieciséis de longitud, incluido lo que puede ser el ábside. También documenta la existencia de una curiosa cueva labrada en el paraje Prado Molino.
Ana Abajo del Grado (10), sin citar apoyo documental, recoge que aunque no exista una Concordia original, los vecinos de Jurdiel solían acudir a la romería de la ermita de Nuestra Señora del Monte de Caracena el tercer domingo de junio.
Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor
(1) MIÑANO Y BEDOYA, Sebastián (1826-1829): Diccionario geográfico-estadístico de Soria. 1826-1829. Edición de Silvano Andrés de la Morena, Soria Edita, Soria 2004.
(2) MADOZ, Pascual (1846-1850): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, 1993. Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid.
(3) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1808) primera edición (1909) segunda edición: Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria. 1ª edición, Soria. Imprenta y Librería de la Infancia, página 325.
(4) CARRACEDO ARROYO, Eleuterio (1996): Toponimia de la Tierra de Soria. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas sorianos nº 32. Imprenta Provincial de Soria, Soria, página 326.
(5) GARCÍA DE ANDRES, Inocente y Paulino (1995): “Los ríos Adanta y Adante, Caracena y Tiermes”, colaboración recogida en la obra colectiva Por los ríos de Soria, Soria Edita, página 57.
(6) Esta Comunidad se organizaba en tres Sexmos, el de Arriba, el del Medio y el de Abajo, contando cada uno de ellos con unas siete aldeas, despoblados aparte.
(7) GARCÍA PÉREZ, Guillermo (1993): Elpha: ocho estudios sobre el «Cantar de mýo Çid”. Ediciones Polifemo.
(8) GARCÍA DE ANDRÉS, Paulino (2004): “Acta de deslinde de los términos jurisdiccionales de Tarancueña, Valderromán y Caracena (Soria)” en Revista de Soria nº 46 IIª época, página 41.
(9) En 1992 un vecino de Cañicera nos refirió que las tainas habían sido de un familiar y estimó su abandono en algún momento impreciso hacia el principio de la década de 1970.
(10) ABAJO DEL GRADO, Ana (2005): Romerías de Soria, Ochoa Impresores, página 55.
Asociación de Amigos del Museo Numantino