Lérida

Despoblado de Retortillo de Soria localizado en el entorno de la ermita de San Miguel.

Hastial de poniente de la ermita de San Miguel de Lérida. Al fondo, Retortillo. Foto Alberto Arribas
Hastial de poniente de la ermita de San Miguel de Lérida. Al fondo, Retortillo. Foto Alberto Arribas

Fecha de despoblación: Desconocida

Localidad: Retortillo de Soria

Estado actual: Despoblado

Término municipal: Retortillo de Soria

Descripción

Despoblado de Retortillo de Soria localizado en el entorno de la ermita de San Miguel que probablemente fue su parroquia, lo que justifica que el templo se denomine San Miguel de Lérida.

Se accede a este lugar saliendo de Retortillo en dirección norte, hacia Berlanga por la SO-160. A la altura del km 36 parte un camino hacia el oeste, a la izquierda. Recorriendo por él unos dos km, nos lleva hasta la base de un cerro muy empinado donde se encuentra la ermita.

El camino de acceso al edificio desde la base del cerro supone unos cien metros de recorrido a pie, en cuesta muy pronunciada desde la que se pueden apreciar gran cantidad de fragmentos de tejas así como abundante piedra caliza que, como veremos, pueden corresponder a restos constructivos del despoblado.

DATUM

  LATITUD                    LONGITUD

ETRS89

41,334521                   3,004237

ETRS89

41° 20′ 04” N                   3° 00′ 15” W

UTM 30

   Coord. X                    Coord. Y

499.645,46                  4.575.893,12

Altitud

  1.259 m.

El investigador Enrique Cabrejas Iñesta (1) considera que Lérida es un acrónimo ibérico que significa “manantial” y que literalmente puede traducirse como “agua de la fuente”, una posibilidad que podría aplicarse a este lugar ya que a escasos cien metros de la ermita, en la base del cerro, se encuentra una fuente con pilón aunque en la actualidad aparece seca.

Conocemos hallazgos arqueológicos importantes en el propio emplazamiento a lo largo y ancho del cerro, en su cumbre o en sus laderas, donde han aparecido restos del periodo calcolítico, del Hierro II y del medievo. También en las inmediaciones han aparecido muchos otros restos de esos mismos y de otros momentos históricos que se extienden hasta la romanización, momento cultural en el que toda esta zona estuvo densamente ocupada, algo que habría que relacionar con la facilidad de comunicaciones que posibilitaba la calzada que unía Occilis y Tiermes y que pasaba a menos de dos kilómetros al sur.

Al periodo celtibérico y romano parecen corresponder algunos de los restos más célebres encontrados en el lugar, como el hallazgo de un “tesorillo” que todavía permanece vigente en el recuerdo, aunque desconocemos los resultados de su posible estudio y de su actual ubicación. Lo relata el arqueólogo Juan Cabré (2) que, al examinar los ajuares de diversas necrópolis celtibéricas sorianas, cita el hallazgo de «otras alhajas valiosas de la misma provincia de carácter ibero-romano» que compró en su día, hacía 1910, para el Marqués de Cerralbo, formada por monedas, anillos, una lámina de bronce con un delfín grabado así como restos de vajilla que aparecían de forma aislada o vinculadas a una necrópolis de lajas existente en las inmediaciones de la ermita.

Necrópolis en las inmediaciones de la ermita. Foto Junta de Castilla y León
Necrópolis en las inmediaciones de la ermita. Foto Junta de Castilla y León

En 2019 y por iniciativa de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, con cargo a fondos europeos, se llevó a cabo la investigación arqueológica de la necrópolis allí existente. Ese estudio sacó a la luz una ocupación que en una primera valoración parece corresponder a la época visigoda (3) en torno al siglo VI d. C., una investigación llevada a cabo en paralelo con una prospección del entorno encaminada a intentar localizar el asentamiento al que vincular el cementerio, así como un análisis de la ermita de San Miguel de Lérida para intentar una aproximación a su evolución constructiva.

Gonzalo Martínez Díez (4) incluye Lérida en la relación de despoblados de la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza diciendo de él que se encuentra “en el término de Retortillo, 3.200 m al NO, en torno a la actual ermita de San Miguel de Lérida”.

De la ermita se dice en la Enciclopedia del Románico: “El edificio en cuestión presenta signos evidentes de haber sido reconstruido en fechas no demasiado lejanas, tal vez a mediados del siglo XX como atestigua una inscripción incompleta del exterior en la que se lee 195… Se trata de un espacio uniforme de planta rectangular, sin separación alguna entre la nave y la cabecera. El único testimonio conservado de la fábrica románica es una portada formada por un arco de ingreso de medio punto, dos arquivoltas con bocel entre medias cañas y un guardapolvo con dos filas en zigzag. Apoyan sobre una línea de imposta con ajedrezado y dos columnas rehechas en su mayor parte de hormigón. Sólo el capitel de la izquierda es original, decorándose con dos esquemáticos y estilizados cuadrúpedos que comparten la misma cabeza. También parece del mismo momento una portada cegada que hay en el testero y una estela discoidal decorada con una cruz que se incrustó bajo la espadaña. La simplicidad de estos elementos y el carácter rudo y popular de la talla hacen difícil precisar una cronología aproximada para ellos, si bien no parecen anteriores a 1200”.

Restos de muros en el entorno de la ermita de San Miguel. Foto Ángel Lorenzo
Restos de muros en el entorno de la ermita de San Miguel. Foto Ángel Lorenzo

Por su parte la Junta de Castilla y León, en su catálogo de yacimientos arqueológicos, dice que se conserva algún resto románico fechado en el siglo XIII o en algún momento altomedieval (5), así como una estela funeraria de posible filiación medieval.

Lérida no se recoge en el censo pechero de 1528 donde sí aparece la villa de Retortillo (de Soria), habitada por 113 vecinos de esta clase. El único apunte que hemos visto lo ofrece el historiador Antonio Ruiz López (6) que supone que el lugar quedaría despoblado como consecuencia de las pestes del siglo XIV o la crisis del XVII.

Lo cierto es que sobre este humilde solar, a finales del siglo XVII, Luis de Gares y La Cerda (7), que entonces residía en Soria pero ostentaba el cargo de Señor de Lérida, fue honrado con el condado del mismo nombre. Una de sus casas principales, la que fue el primer Gobierno Civil de Soria, fue propiedad de esta familia cuyo título aún da nombre a esa plaza a la que se abre la fachada románica de Santo Domingo.

El Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) no recoge entrada propia sobre Lérida, que ya estaría integrado dentro de Retortillo, al que considera villa de señorío perteneciente al condado de Lérida y cuya ficha hace hincapié en que no tenía alquería alguna.

El Diccionario Geográfico de Pascual Madoz (8) contempla una entrada independiente para “Lérida (San Miguel de)” con la escueta información de que es un despoblado que pertenece a Retortillo.

Por su parte Manuel Blasco Jiménez en sus dos nomenclátores (9) (10) y prácticamente con las mismas palabra en uno y otro dice que “Dentro de la jurisdicción municipal (de Retortillo) existen las ruinas de un pueblo que se llamó Lérida, y a su lado N. se conserva la ermita de San Miguel, a la cual acuden los vecinos en romería el día de San Marcos”.

El único resto visible que queda del despoblado es la ermita de San Miguel, y ya en la ladera por la que se accede observamos a simple vista una abundante presencia de restos constructivos como tejas y algunos muretes de mampostería aislados que parecen corresponder a construcciones antiguas pero de escasas dimensiones. También hay restos de muros en la cumbre del cerro que desarrollan una estructura cuadrangular aunque posiblemente más adecuada para uso ganadero que para residencial. Hacia el oeste de la cima del cerro se aprecian unas abundantes alineaciones de piedras que nos sugieren pudieran corresponder a antiguas viviendas. Aunque la situación geográfica y altitud del cerro pudieran haberle otorgado en su día un interés estratégico, no se aprecia resto alguno que pudiera estar asociado a un uso de carácter militar.

Ermita de San Miguel. Foto Alberto Arribas
Ermita de San Miguel. Foto Alberto Arribas

En el entorno del manantial mencionado anteriormente, canalizado en fuente con su correspondiente pilón, se encuentra, según el mapa del Catálogo Arqueológico de la Junta de Castilla y León (11), una necrópolis de época visigoda.

La ermita, por su parte, es un edificio de mampostería de planta rectangular y origen románico, con una casi perfecta orientación canónica y unas dimensiones de 15×6 metros según Antonio Ruiz (o.c.). Añade que lleva una cubierta con entramado de madera de machones y tablas que fue colocada en la década de 1970 tras incendiarse la anterior a consecuencia de la caída de un rayo. Al exterior presenta una sencilla cubierta a dos aguas con teja árabe.

En su lado sur y con acceso al sector medio de la nave, se abre la portada en arco semicircular (aunque ligerísimamente apuntado) formada por tres arquivoltas que, según este investigador, muestra indicios de haber sido desmontada y recolocada, sustituyéndose o reconstruyéndose algunos elementos como la decoración animalística de sus capiteles.

Estela funeraria en el hastial de poniente de la ermita. Foto Alberto Arribas
Estela funeraria en el hastial de poniente de la ermita. Foto Alberto Arribas

En lo alto del muro occidental se encuentran los restos de los laterales de la espadaña, sin arco ni campana. Está confeccionada en una tosca reconstrucción, posiblemente de ladrillo, recubierta con piedras que no disimulan su factura moderna. Debajo, al exterior, embutida en la fábrica de la pared, aparece una estela funeraria de tipología medieval con el relieve de una cruz. En el lado opuesto, en la cabecera y también al exterior del templo, encontramos los restos de un posible acceso, actualmente tapiado, que presenta un tosco arco de medio punto perfectamente dovelado, que también conserva las jambas laterales.

Portada de la ermita de San Miguel. Foto Alberto Arribas
Portada de la ermita de San Miguel. Foto Alberto Arribas

Manuel Blasco (o. c. pág. 441) refiere que los vecinos de Retortillo celebraban allí una romería en la jornada de la festividad de San Marcos, el 25 de abril. Este festejo se completa con la celebración de la del arcángel San Miguel, tanto en sus fechas del 8 de mayo como en la del 29 de septiembre. Ruiz López recuerda que la fiesta de mayo, trasladada al domingo más próximo, se celebra con una romería en la que no puede faltar la eucaristía, procesión con la imagen del santo alrededor del templo entonando la letanía mientras se dan tres vueltas, y subasta de las ofrendas al santo en la puerta. Acabado el ciclo se le da al santo una última vuelta de despedida y se le deja en el interior. Tras la celebración y en esas fechas primaverales, los romeros suelen quedarse a comer en el entorno, junto a la fuente que hay a los pies de la ermita. Añade también que el 29 de septiembre se celebra otra romería más multitudinaria. Aunque no lo dice, hay que recalcar que en el interior del templo ya no se deja la imagen y que todo elemento de valor se guarda en el pueblo.

Ruiz López recuerda también otras tradiciones orales relacionadas con este lugar, como que en el solar de Lérida sus antiguos pobladores enterraron un becerro de oro, o que quedó deshabitado en época medieval debido a una gran invasión de hormigas. Añade esa tradición que los últimos habitantes del pueblo tenían intención de huir por la antigua calzada pero murieron en el intento, uno quedó en el lugar conocido desde entonces como el Cantón de la Cruz y los otros, unos hermanos apellidados Mijero, fallecieron en el Mojón del mismo nombre. No falta la leyenda que relaciona la fundación de este lugar con la población homónima catalana, y hasta la que afirma lo contrario, que aquella Lérida la fundó uno de la de aquí.

Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor

(1) CABREJAS IÑESTA, Enrique (2016): Etimología de Lérida, documento del propio autor recogido en https://www.researchgate.net/publication/306345457_Etimologia_de_LERIDA

(2) CABRÉ AGUILÓ, Juan (19121917): Catálogo Arqueológico, Histórico, Artístico y Monumental de la provincia de Soria, tomo III página 114, obra manuscrita inédita Consultada la copia digital de la biblioteca Tomás Navarro del Ministerio de Cultura digitalizada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España disponible en http://biblioteca.cchs.csic.es/digitalizacion_tnt/index_interior_soria.html

(3) Nota de prensa de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Soria en https://comunicacion.jcyl.es/web/jcyl/Comunicacion/es/Plantilla100Detalle/1284281798901/_/1284885619956/Comunicacion (02/08/2019).

(4) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid, página 277.

(5) Catálogo web de yacimientos arqueológicos de la Junta de Castilla y León, ficha https://servicios.jcyl.es/pweb/datosGIS.do?tipo=Yacimiento&numero=213166 (visto el 16/05/2023).

(6) RUIZ LÓPEZ, Antonio (2004): La ermita de San Miguel, en el despoblado de Lérida. Revista Arévacos nº 19.

(7) Título de expedición en http://pares.mcu.es/ParesBusquedas20/catalogo/description/4036860 (visto el 28/05/2023).

(8) MADOZ (1850): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid, 1993.

(9) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1880): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria, 1ª edición, Soria. Imprenta y Librería de la Infancia.

(10) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1909): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria. IIª edición, Soria. Ed. Tipografía de Pascual P. Rioja.

(11) Catálogo web de yacimientos arqueológicos de la Junta de Castilla y León, ficha https://servicios.jcyl.es/pweb/datosGIS.do?tipo=Yacimiento&numero=213179 (visto en 16/05/2023).