Despoblado de Losana, término municipal de Retortillo de Soria.
Despoblado de Losana, término municipal de Retortillo de Soria. También se le conoce como Rebollosilla.
Forma parte de la ruta de los pueblos rojos, una serie de aldeas y despoblados situados en las inmediaciones de Tiermes, cuyas construcciones se caracterizan por el uso de piedra con un elevado contenido de óxido de hierro que le otorga un particular tono rojizo, incrementado con los tonos del mismo color de la tierra arcillosa empleada para levantar los muros.
Desde Retortillo hay que tomar la carretera SO-135, la carretera de Ayllón, en dirección oeste y, tras pasar Tarancueña, llegar hasta el km 12, donde sale el cruce a la SO-P-4121 que se dirige al sur hacia Losana, Valvenedizo, Castro y regresa a Retortillo. Tras recorrer poco menos de un kilómetro encontraremos un camino de concentración en dirección oeste (a mano derecha) que después de unos trescientos metros, nos ha dejado en Rebollosa.
DATUM | LATITUD LONGITUD |
ETRS89 | 41,320213 -3,098389
|
ETRS89 | 41º 19´ 13´´ N 3º 05´ 54´´ W |
UTM 30 | Coord. X Coord. Y |
491.765,54 4.574.309,44 | |
Altitud | 1.220 m. |
Rebollosano, según Pérez-Rioja (1).
El topónimo está formado por una forma compuesta de dos nombres, “Rebollosa”, que puede tratarse de un fitotopónimo que indicaría la especie vegetal predominante, los rebollos, del latín repullus ‘renuevo’, con el complemento “de los Escuderos” que puede indicar una relación de servidumbre o asistencia a una persona de rango superior o bien puede tener relación con una de las acepciones que recoge el Diccionario de la lengua española sobre “escudero” como “Jabalí nuevo que el jabalí viejo trae consigo” (2).
En los alrededores de Rebollosa se han catalogado varios yacimientos arqueológicos de época Calcolítica y Romana. Además el despoblado se encuentra apenas a cuatro kilómetros al este de Tiermes, dentro de su ámbito de influencia, y a poco menos de mil metros al sur de la calzada romana de Uxama a Tiermes que discurría en un trazado casi paralelo a la actual carretera SO -135.
Al desarrollar la evolución histórica de otros despoblados cercanos como Manzanares o Jurdiel, recogimos la hipótesis de algunos historiadores que consideran que al despoblarse Tiermes, sus antiguos habitantes pudieron ocupar o fundar algunas de estas aldeas de la Sierra de Pela y aunque por cercanía esa posibilidad puede ser pertinente, no nos constan hallazgos antiguos en Rebollosa de los Escuderos.
Guillermo García Pérez (3) incluye este lugar en la llamada Ruta del Cid pues cree que tras el destierro de don Rodrigo Díaz de Vivar en 1081, el guerrero burgalés discurriría por aquí en dirección a Atienza.
La primera referencia documental sobre este lugar la recoge Toribio Minguella y Arnedo (4) en la relación de iglesias que había en la diócesis de Sigüenza en 1353. En este documento y denominado únicamente bajo la forma simple “rebollosa”, se recoge que tenía iglesia y que pertenecía al arciprestazgo de Berlanga.
Abundio García Caballero (5), que lo llama Rebollosilla, lo apunta con 6 vecinos en el siglo XVI, aunque en esa misma nota dice que “Dudamos si con este nombre se designa al lugar de Rebollosa de los Escuderos, al sur de la provincia y no lejos de los límites de Soria con Guadalajara y con la tierra de Ayllón (Segovia)”
Por su parte el censo pechero de 1582, que también denomina Rebollosilla a la población, anota un total de 8 vecinos de esa clase, lo que permite estimar un cálculo de una población que apenas se aproximara al medio centenar de personas.
El 12 de octubre de 1752, ya con el nombre de Rebollosa de los Escuderos, se confeccionó la correspondiente ficha del Catastro del Marqués de la Ensenada, donde se describe este lugar como una aldea del Señorío de la Duquesa viuda de Uceda y Marquesa de Berlanga. Sus catorce vecinos y una viuda “que haze medio vezino”, vivían en dieciocho casas habitables habiendo dos más arruinadas. Se trabajaban fincas de secano y regadío, permitiéndoles estas últimas el cultivo de hortalizas, aunque según las propias anotaciones “solo se siembra berza y no otra cosa por no tener riego constante”. También se obtenía trigo, cebada, centeno, avena y “hierba de siega” que recogían en prados. No constan árboles frutales y sí lo hacen robles, chopos y sauces silvestres. Disponían además de ovejas churras y cabras además de ganado vacuno, yeguas, asnos y cerdos, pero no tenían colmenas.
En 1829 Sebastián Miñano y Bedoya (6) apunta para Rebollosa de los Escuderos “13 vecinos, 53 habitantes”.
Por su parte Pascual Madoz (7) en 1850 recoge diez vecinos, cuarenta y dos almas, que residían en diez casas, así como la existencia de una fuente y escuela. Respecto a sus recursos económicos, no parecen haber cambiado mucho con respecto a los del siglo anterior, salvo que el cultivo de berzas fue sustituido por el de patatas y añadieron el de algunas legumbres.
En el Nomenclátor de Manuel Blasco (8) de 1880 figura Rebollosa de Escuderos con 60 almas y agregado al municipio de Losana. Este mismo autor, en su segundo Nomenclátor de 1909 (9), le atribuye “31 almas (20 menos que en 1880)”.
Entre estas dos fechas, el censo de 1888 recoge 72 personas y el mismo número de casas habitadas que un siglo antes, dieciocho, todas ellas de dos plantas.
Esteban Valtueña Jiménez (10) ofrece los datos en los que se aprecia el declive de la población hasta el total abandono. Así tenemos 60 habitantes en 1880, 54 en 1920, 61 en 1940, 42 en 1960 y ya ninguno en 1996.
Ya desde 1857 Rebollosa figuraba como anexo del municipio de Losana, y ambas poblaciones, a su vez, se integraron en 1966 en Retortillo de Soria.
Isabel Goig Soler (11) aporta el dato del cierre de la escuela que lo sitúa en el curso escolar 1967/68.
Faustino Calderón (12) recoge que fue hacia 1971 cuando el pueblo fue abandonado por sus últimos habitantes, Santiago Yebes y Nicolasa Terrer, un matrimonio de edad avanzada que al quedarse solos se marcharon a Tarancueña donde tenían familiares.
Sorpresivamente hemos encontrado dos notas discordantes en este proceso de despoblación que son las siguientes:
En 1983 Gonzalo Martínez Díez, en su obra sobre Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura Castellana (13), incluye Rebollosa de los Escuderos en el grupo de las veinte aldeas que componen la Comunidad de Caracena y no en el grupo de los despoblados, estando de manifiesto que en el año de la publicación hacía más de una década que Rebollosa carecía de habitantes.
Más de veinte años después, en 2006, Fernando Sanz Antón, en su obra sobre Caracena (14) también incluye Rebollosa de los Escuderos entre los pueblos habitados de la Comunidad de Caracena.
Rebollosa nunca llegó a tener servicio de agua corriente, saneamiento, electricidad ni tienda alguna, dependiendo del comercio ambulante para solventar esta última circunstancia.
Desde su abandono Rebollosa de los Escuderos ha sufrido un rápido proceso de degradación, particularmente intenso desde el comienzo del siglo XXI. Hacia finales de la década de 1980 muchos edificios se mantenían en pie incluída la iglesia que presentaba un relativo buen estado con la puerta cerrada impidiendo el acceso. Hacia 2000 ya se habían venido abajo muchas de las casas y en la actualidad apenas permanecen en pie algunas fachadas.
De lo que fuera su iglesia parroquial, dedicada a los santos Gervasio y Protasio, quedan en pie la mayoría de los muros aunque en un estado lamentable pues toda la cubierta se ha venido abajo. El edificio presentaba una planta rectangular con una única nave orientada canónicamente de pies a cabecera en sentido casi perfecto respecto al eje oeste-este. En el lado de poniente disponía de un coro alto en el interior, del que en la actualidad solo quedan sus escombros, y una espadaña con dos huecos para otras tantas campanas.
Esta nave culminaba en el lado de oriente en una capilla mayor y se comunicaba con esta a través de una arco triunfal escarzano apoyado sobre semicolumnas. Esta capilla mayor tenía una planta cuadrada con testero plano y estaba cubierta con bóveda de crucería, como así lo atestiguan los arcos torales apuntados que todavía se conservan en sus muros norte y sur. Posiblemente esta capilla mayor tuviese una mayor altura que la nave principal.
Los muros norte y sur de la nave están aparejados con mampostería ordinaria mientras que la capilla mayor se levantó en buena piedra de sillería que ha sido abundantemente expoliada.
En el lado sur del tramo medio de la nave se encontraba el acceso principal en un arco, también expoliado, del que se recuerda era de medio punto con decoración de trenzados y que presentaba dos arquivoltas.
Por la diferente factura de los dos espacios podemos deducir que la nave se levantó en un primer momento y que, por la carencia de contrafuertes, se cubría con tejado a dos aguas sin bóvedas mientras que la capilla mayor, mucho más tardía y levantada con buenos sillares como ya se dijo, aún conserva los restos de una magnífica obra aunque los contrafuertes que aseguraban la estabilidad de la bóveda también fueron expoliados.
Aún queda una tercera estancia, la también hundida sacristía, adosada al exterior del lado norte de la capilla. A ella se accedía por un arco de medio punto con jambas y dovelas de sillería que todavía conserva.
El interior de la iglesia estaba enfoscado y encalado e incluso se han llegado a apreciar en algunos de sus muros algunas cenefas de añil y ocre en la parte inferior. En la capilla mayor hubo un enlucido decorado con líneas pintadas que burdamente imitaban sillares y que después fueron cubiertos con otro enlucido ya sin decoración. Anexo a la iglesia por el lado norte, se encuentra el cementerio.
Los restos de las viviendas de Rebollosa muestran una sencilla arquitectura con muros de carga de mampostería rojiza de la zona aparejada con barro, abundando en los interiores los tabiques de adobe y con madera los forjados y cubiertas. Algunos edificios presentan los huecos que quedaron tras el expolio de los sillares en esquinas, puertas y ventanas.
También se saquearon verjas, rejas de balcones y se rompieron puertas. Los muros exteriores dejan ver la piedra sin lucir con la singular excepción de la que parece la vivienda más moderna que, ubicada a pocos metros de la iglesia en su lado este, todavía conserva un enfoscado decorado con un laborioso esgrafiado que imita a la sillería.
Faustino Calderón (o. c.) ofrece una fotografía de la fuente del despoblado que, al parecer, nunca gozó de un abundante caudal pues dice que “las mujeres tenían que ir a lavar la ropa a El Charco, situado a unos veinte minutos del pueblo (y) no sobraba tampoco el agua para beber el ganado, muchas veces lo tenían que llevar al río cerca de Losana”.
Celebraban fiestas en honor de los santos titulares de la parroquia, Gervasio y Protasio, en sus fechas originales, el 19 de junio.
Al ser la parroquia filial de la de Tarancueña, correspondía a su párroco el servicio religioso y también desde allí les daban servicio médico, veterinario y farmacéutico. Dice Faustino Calderón (o. c.) que para comprar productos de primera necesidad tenían que desplazarse hasta Retortillo pero que también acudían a Rebollosa vendedores ambulantes, que los jóvenes jugaban al frontón en los muros de la iglesia y que los domingos por la tarde solían ir al baile de Tarancueña.
Los habitantes de Rebollosa formaron parte de la Concordia de la Virgen de Tiermes y acudían a sus romerías, una en mayo, el domingo anterior a la Ascensión, para pedir una buena cosecha, y otra el 12 de octubre para agradecérsela.
Ana Abajo del Grado (15) apunta que aunque no exista una Concordia original, sus vecinos solían acudir a la Romería de la ermita de Nuestra Señora del Monte de Caracena el tercer domingo de junio.
Rebollosa de los Escuderos es parte fundamental en la novela de Francisco Javier Jiménez Martínez titulada “Una llamada de Auxilio”, publicada en 2023. También es el lugar de nacimiento de Manuel Arribas Andrés, un reputado artista, fotógrafo, diseñador gráfico, pintor y publicista, que en sus blogs y redes sociales sigue ejerciendo activamente como soriano que con sus imágenes da a conocer su pueblo y en general, toda la provincia de Soria.
El Catastro del Marqués de la Ensenada nos indicaba la producción de sus habitantes a mediados del siglo XVIII, muy parecida por cierto a la reflejada por Madoz (o. c.) a mediados del XIX, que calificaba su terreno de montuoso y llano, “de inferior categoría y todo de secano” que servía también como pasto para la cabaña ovina y vacuna, circunstancias que parecen haber sido tónica general de Rebollosa hasta el mismo momento de su desaparición.
En la actualidad apenas quedan ovejas en la comarca y todo el terreno que rodea el despoblado ha sido roturado de forma que se encuentra en medio de las parcelas.
Alberto Arribas con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero, Luis C. Pastor
(1) PÉREZ RIOJA, José Antonio (2005): El alma de Soria en el lenguaje. Colección Temas Sorianos nº 50. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria, Soria, página 335.
(2) Muy cerca, a unos dos kilómetros y medio al sur, se encuentra la localidad de Peralejo de los Escuderos, cuyo topónimo puede tener alguna relación con el despoblado que nos ocupa, aunque hay que señalar que en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1752) aparece Rebollosa de los Escuderos, igual que en la actualidad, mientras que Peralejo figura sin complemento alguno.
(3) GARCÍA PÉREZ, Guillermo (1988): Las rutas del Cid. Editorial Tierra de Fuego, páginas 44 y 54.
(4) MINGUELLA Y ARNEDO, Fray Toribio (1912): Volumen II. Desde principio del siglo XIV hasta comienzos del XVII. Madrid, Imprenta de la «Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos», página 324.
(5) GARCÍA CABALLERO, Abundio (1997): “La provincia de Soria en el siglo XVI. Aspectos jurisdiccionales y demográficos”. Revista de Soria IIª época, nº 19, página 56.
(6) MIÑANO Y BEDOYA, Sebastián (1826-1829): Diccionario geográfico-estadístico de Soria. 1826-1829. Edición de Silvano Andrés de la Morena, Soria Edita, Soria 2004.
(7) MADOZ, Pascual (1850): Diccionario geográfico-estadístico-histórico. Edición facsímil de los textos relativos a la provincia de Soria. Edita Ámbito ediciones SA y Diputación de Soria, Imprime Gráficas Ortega SA Valladolid.
(8) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1880): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria, 1ª edición, Soria. Imprenta y Librería de la Infancia, página 504.
(9) BLASCO JIMÉNEZ, Manuel (1909): Nomenclátor histórico, geográfico, estadístico y descriptivo de la provincia de Soria. IIª edición, Soria. Ed. Tipografía de Pascual P. Rioja, página 434.
(10) VALTUEÑA JIMÉNEZ, Esteban (2008): “Nomenclátor de todas las entidades de población de la provincia de Soria. Censo de Población de los años 1880, 1920, 1940, 1960, 1966 y 2007”. Revista de Soria IIª época nº 62, página 54.
(11) GOIG SOLER, María Isabel (2002): El lado humano de la despoblación. Colección los libros del Santero nº 4, edita Centro Soriano de Estudios Tradicionales, página 174.
(12) CALDERÓN, Faustino: https://www.lospueblosdeshabitados.net/2013/09/rebollosa-de-los-escuderos-soria.html web consultada el 12/04/2024.
(13) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional.
(14) SANZ ANTÓN, Fernando (2006): Caracena: Comunidad de Villa y Tierra Castellana. “La ecológica desconocida”. Edita Excma. Diputación Provincial de Soria, colección Paisajes, Lugares y Gentes, pág. 84.
(15) ABAJO DE GRADO, Ana (2005): Romerías de Soria. Ochoa Impresores, Soria, página 55.
Asociación de Amigos del Museo Numantino