En este lugar, la tradición oral en El Royo recuerda la existencia de una antigua ermita dedicada a ese santo aunque no la vincula a despoblado alguno. Por su parte José Ignacio Esteban Jáuregui (1) afirma que este cerro se halla enclavado en terreno que constituyó parte de los bienes de propios de la Ciudad de Soria y su Tierra, como así lo atestigua el expediente del procedimiento de una subasta de la zona efectuada en 1867 que, sin embargo, expresamente, no afectó al enclave.

En lo alto del cerro mencionado parece que existió una ermita dedicada a San Sebastián, documentada al menos en 1624, de la que se han encontrado indicios. La ficha del Inventario arqueológico de la Junta de Castilla y León (2) recoge en este lugar el hallazgo de una serie de cimientos de estructuras que conforman varios espacios rectangulares, perimetrados por un muro longitudinal, de sillarejo y mampostería que parecen corresponder a la base de muros de la antigua ermita que recoge la tradición oral y documental, aunque no ofrece más datos de otras estructuras compatibles con la existencia de un despoblado.

José Ignacio Esteban Jáuregui (o. c.), a tenor de los resultados obtenidos en la prospección arqueológica mencionada, apunta la posibilidad de que en el lugar se ubicara un despoblado que pudiera ser el en su día denominado Aldeanueva, del que únicamente se sabe que estuvo en un punto no localizado de esta amplia comarca.

No obstante parece razonable que en el cerro de San Sebastián o en sus inmediaciones, se encontrase el despoblado homónimo y no Aldeanueva (ver) del que ofrecemos otra posible ubicación diferente a la señalada por Jáuregui.

A modo de síntesis: sea San Sebastián o sea Aldeanueva, en el cerro que nos ocupa existen ruinas compatibles con una pequeña población no documentada bibliográficamente ni conocida en la tradición oral.