Tartajo

Despoblado del término municipal de Aldehuela de Periáñez, dentro del núcleo de Torretartajo, en torno a las majadas que conservan el nombre del despoblado.

Tartajo
Vista general de la iglesia. Foto Ángel Lorenzo

Fecha de despoblación: Desconocida

Localidad: Aldehuela de Periáñez (Torretartajo)

Estado actual: Despoblado

Término municipal: Aldehuela de Periáñez

Descripción

Despoblado del término municipal de Aldehuela de Periáñez, localizado por Gonzalo Martínez Díez (1) dentro del núcleo de Torretartajo, 1500 m al sur con ligera derivación oeste, en torno a las majadas que conservan el nombre del despoblado.

Los restos de Tartajo se encuentran en una finca privada, por lo que no es factible su visita, aunque por los datos y testimonios recabados sabemos que quedan vestigios tanto de construcciones antiguas como de una imponente iglesia románica de gran interés artístico.

Consultando parte del trabajo sobre despoblados realizado por Carlos Álvarez García (2) entre 1985 y 1992, conservado en el Archivo Histórico Provincial de Soria, accedimos a una serie de contactos de fotografías y a fichas de los lugares visitados. Así supimos que el 28 de julio de 1985, acompañado de Mariano, visitó Tiñoso, Tartajo, Torretartajo y Aldehuela de Periáñez. El entonces Director del Archivo Histórico de Soria, escribió en su cuaderno de campo: Domingo, 28 de julio de 1985, acompañado de Mariano. Visita a Tartajo. Finca particular. D. Aurelio, nos atendió bien. Cervezas.  Torretartajo, ¿Cid? Iglesia románica. Buen despoblado: se aprecia perfectamente la estructura de la aldea. Fuente. Majadas, una de ellas la iglesia. Se recogió cerámica superficial”.Realizó hasta cinco fotografías de lo que parecía ser una iglesia románica, ya entonces convertida en majada.

Tartajo
Comparador del PNOA del Instituto Geográfico Nacional: el despoblado en la ortofoto del vuelo Interministerial de 1973-1986 y en 2022

Particular

Saliendo de Renieblas en dirección oriental por la carretera SO-V-6102 hacia Aldealpozo, tras recorrer unos cuatro kilómetros encontraremos a la derecha un primer acceso a Torretartajo (ver ficha propia) que es claramente identificable por la sólida torre que se observa desde la carretera. También hay otro acceso un poco más adelante en esa misma vía, pero ambos cruces llevan carteles que indican que se trata de una propiedad privada y no se permite el paso, lo que impide el acceso hasta Tartajo, que se encuentra como a kilómetro y medio al sur de ese cruce. La única forma legítima de observar de lejos lo que queda del despoblado es desde la vía férrea abandonada de la Soria-Castejón, hacia el km 15.

DATUM

   LATITUD           LONGITUD

ETRS89

41.7971361292-2.3330247054

ETRS89

41º 47´ 49´´ N       2º  19´ 59´´ W

UTM 30

  Coord. X            Coord. Y:

555.412,55          4.627.467,85

Según Eleuterio Carracedo Arroyo (3) el topónimo ha derivado de la palabra otero del latín altarius y de taleare y también enuncia otras hipótesis como que el topónimo puede recordar al apelativo con el que era conocida una persona que la pobló.

Enrique Díez Sanz y Víctor M. Galán Tendero (4) recogen que como Tardataio aparece documentado en el censo de población de 1270 (4 moradores y 3 atemplantes) y como Tartaio en el censo de la Concordia de 1352 (mantenía la misma población), época en la que era aldea dezmera de la parroquia soriana de San Nicolás.

Máximo Diago Hernando (5) afirma que en 1352 La Torre y Tartajo eran dos lugares distintos, el primero con un parroquiano y el segundo con siete, y que en el censo de 1528 ya aparecen como una única entidad de población con catorce vecinos, todos ellos renteros o colonos asentados en tierras de Rodrigo de Vera, a quien se la concedió el rey Juan II el 28 de diciembre de 1447 como premio a su aposentador por sus servicios en la lucha contra los infantes de Aragón. Tenía una extensión de unas quince yuntas de heredad que estaban arrendadas en sesenta medidas de pan terciado cada una, lo que suponía una renta anual en torno a las 450 fanegas. Los colonos no eran vasallos, estaban sujetos a la jurisdicción de la ciudad de Soria como el resto de vecinos de las aldeas de la Tierra. En la misma obra, puntualiza esta donación hecha sin transferirle el derecho a ejercer la jurisdicción civil y criminal sobre las rentas de los allí asentados.

Díez y Galán (o. c.) recuerdan que algunos años después, en 1480, la Tierra de Soria denunció a Juan de Barrionuevo por lo que calificaban de una ocupación ilegal del término documentado Torretartajo.

En la “Aberiguación de las Vezindades” de 1527 mantiene el mismo nombre asimilado por la aldea, con un total de 14 vecinos.

La carencia de agua pudo ser el motivo por el que los pocos habitantes de Tartajo se desplazaran alrededor de la Torre de Tartajo. Allí crearon un nuevo asentamiento con su pequeña iglesia, bajo la advocación de San Andrés.

En el Comparador del PNOA del Instituto Geográfico Nacional, podemos confrontar cómo se encontraba el despoblado en la ortofoto del vuelo Interministerial de 1973-1986 y cómo se encuentra en 2022. En la primera ortofoto solo se mantenía en pie la iglesia y una taina con corral, pero todavía se podían distinguir muchas edificaciones y las calles, como dejó escrito Carlos Álvarez. En la actualidad, solo resiste la iglesia románica con su tejado de fibrocemento mientras que la vegetación se ha apoderado del caserío y sus calles.

Tartajo
Muros de majadas. Foto Ángel Lorenzo

Iglesia

El despoblado conserva una iglesia prácticamente desconocida y que no está incluida en ningún inventario. El que se encuentre a la sombra del cerro del Tiñoso y rodeada en la actualidad de ruinas y de grandes hacinas de paquetes de paja, su techumbre de uralita en la nave, y su presbiterio y ábside sin protección, hace que se mimetice con el paisaje y que pase a los ojos del viajero desapercibida.

Del edificio Josemi Lorenzo Arribas (6) dice:

«…una iglesia románica “entera”, enclavada en una finca particular, construida con la técnica de encofrado de cal y canto, de nave única, ábside semicircular cubierto con bóveda de horno y largo presbiterio recto con bóveda apuntada, que hoy es majada de ganado, y tiene cubierta la nave con uralita».

El mismo autor ya habló de ella en el XX Congreso Nacional y XI Iberoamericano de Historia de la Veterinaria en su ponencia: `Románico y majadas. Sostenibilidad y paradojas´ (7) en 2012, cuando nos decía: `Un testimonio inédito es una majada que continúa en uso instalada en el interior de la antigua iglesia románica de Tartajo (Torretartajo), cuya caja de muros permanece, desconocida, entera y en buen estado´. Hoy la majada está en desuso.

 

Iglesia. Foto Ángel Lorenzo

Se trata de una iglesia (8), a todas luces demasiado grande para el lugar, construida en encofrado de cal y canto, con sillares tanto en la portada como en esquinales, recerco de los vanos y, seguramente, en el alero ya desaparecido, puesto que ábside y presbiterio conservan algunos canecillos muy mutilados, que sin duda soportaron una cornisa románica. En el centro del ábside se abre una ventana abocinada hacia el interior. La edificación nos trae a la memoria decenas de templos románicos de la Soria rural. A través de las ortofotos del PNOA, podemos determinar que el templo alcanza unas dimensiones de 24 m de largo por unos 10 m de ancho.

La parroquial se levanta al este del despoblado, sobre una pequeña ladera. La construcción se asienta sobre un zócalo de sillería, con una segunda hilada estrecha y a chaflán en el ábside. Sobre este zócalo se disponen los muros de cal y canto, pudiendo distinguir entre seis o siete verdugadas, más visibles en el muro de poniente. Consta de una nave, con presbiterio recto y ábside semicircular. El muro occidental de la nave presenta una puerta moderna para acceso al corral adyacente, aprovechando lo que pudo ser una pequeña puerta en arco de medio punto con dovelas que no conserva, abierta, posiblemente, cuando se ciega la portada meridional.

En el muro norte del tramo recto del presbiterio se abre una puerta con arco de medio punto, en la actualidad parcialmente cegada, y que en este caso sí conserva los sillares del arco y las jambas. Sin haber podido visitar el interior, podemos aventurar no obstante, que el ábside posiblemente se cubra con bóveda de cuarto de esfera y que el presbiterio lo haga con bóveda de cañón apuntada. Al exterior, en la cabecera, se aprecia la típica “torta” de argamasa de cal sobre la que iba la cubierta de tejas, que una vez desaparecida, como es el caso, deja las bóvedas a la acción directa de las inclemencias del tiempo.

La portada se abre en el muro meridional, en un antecuerpo de sillería, compuesto por tres arquivoltas de medio punto lisas que descansan sobre una imposta con decoración vegetal. Es posible que tuviera un pequeño tejaroz. En 1985 se encontraba cegada y con una ventana. A ambos lados de ella y a determinada altura, dispone de dos pequeñas ventanas aspilleradas cegadas.

Detalle de la portada de la iglesia en la actualidad. Foto Ángel Lorenzo

Desconocemos cuándo se desacralizó la iglesia, en todo caso después de 1587 pues sabemos por el Censo parroquial del Archivo de Gómara que en esa fecha contaba con 8 vecinos y su pila, dependiente de Aldehuela de Periáñez. En las visitas giradas desde el Obispado de Osma en el siglo XVIII ya no se nombra Tartajo, solamente Torretartajo. En fecha indeterminada pasó a convertirse en majada y, ya en el siglo XX, se sustituye la techumbre de la nave, colocándose una de fibrocemento (uralita), lo que ha permitido al inmueble llegar hasta nuestros días; presbiterio y ábside carecen de cubierta. Tampoco podemos asegurar en qué momento se pierde la cornisa de todo el inmueble y se rebajan los muros de la nave. Pudo ser entonces cuando el muro occidental perdió los esquinales de sillería y cuando se adosa un cercado de piedra de mampostería, asentado sobre el muro de la nave, una vez desmontados los esquinales de sillería. En la nave se perdieron cornisa y canecillos, no así en el presbiterio y en el ábside, donde en 1985 Carlos Álvarez fotografió una sirena de doble cola, que posiblemente todavía permanezca en el lugar.

Detalle de la sirena de doble cola en el exterior del ábside de la iglesia (1985, Carlos Álvarez. AHPSo)

Alberto Arribas, Luis C. Pastor, con la colaboración de Ángel Lorenzo, Maribel Zapatero

Archivo Histórico Provincial de Soria (Junta de Castilla y León).

(1) MARTÍNEZ DÍEZ, Gonzalo (1983): Las Comunidades de Villa y Tierra de la Extremadura castellana. Editora Nacional, Madrid, página 179.

(2) ÁLVAREZ GARCÍA, C.«Trabajo inédito sobre despoblados sorianos, años 1985-1992. Caja 30210.» Archivo Histórico Provincial de Soria.

(3) CARRACEDO ARROYO, Eleuterio (1996): Toponimia de la Tierra de Soria. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria. Colección Temas sorianos nº 32. Imprenta Provincial de Soria, Soria pp. 33 y 274.

(4) DÍEZ SANZ, Enrique y GALÁN TENDERO, Víctor M. (2012): Historia de los despoblados de la Castilla Oriental. Tierra de Soria siglos XII a XIX. Ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Soria, colección Temas Sorianos nº 56, pp. 52 y 518.

(5) DIAGO HERNANDO, Máximo (1991): Los términos despoblados en las comunidades de villa y Tierra del Sistema Ibérico castellano a finales de la Edad Media. Revista Hispania LI/ 2, 178, pp. 484 y 511.

(6) LORENZO ARRIBAS, Josemi (2014): Arquitectura románica en la provincia de Soria, 1856-2014. Marco historiográfico y metodológico publicado en la revista Arqueología de la Arquitectura nº 11, página 11, http://dx.doi.org/10.3989/arq.arqt.2014.171

(7) LORENZO ARRIBAS, Josemi (2012) https://n9.cl/romanicoymajadas

(8) Los autores de la descripción de la iglesia son: Luis C. Pastor Laso, Teresa García López y José María Incausa Moros.