La etimología de Val de Grulla, sin referencias encontradas al respecto y de forma intuitiva, nos sugiere un lugar de paso de estas aves.

La página web “Pueblos del Olvido”, recoge la tradición oral que dice que “Las delimitaciones del pueblo son cuanto menos curiosas pues los habitantes de Valdegrulla y de Berzosa quedaron en despertarse al alba y allí donde se encontrasen sería la franja divisoria pero los vecinos de Valdegrulla se quedaron dormidos y los vecinos de Berzosa avanzaron hasta llegar a unos escasos metros del pueblo. Esta es la razón por la cual Valdegrulla no tiene apenas terreno, el trasformador de luz y la fuente pertenecen al término municipal de Berzosa”.

Sobre el origen de la población, es interesante el dato que aporta la respuesta a la primera pregunta del Catastro de Marqués de la Ensenada (1752), “Como se llama la población”, y que no nos resistimos a reproducir: “A la primera pregunta dijeron llamarse este Pueblo Valdegrulla, es Alcairía y Jurisdicción de la ciudad de Osma, llamose algunos años ha, Torderón, y estaba fundado en el sitio de este nombre inmediato al Camino Real que sigue a la Ciudad de Burgos por lo que se les causaba a sus moradores bastantes molestias y perjuicios, y con este motivo, se mudó al sitio y terreno que hoy se halla apellidándose como se refiere, gozando sus vecinos y labrando como suyo el término de dicho Torderón”.

En el mencionado Catastro del Marqués de la Ensenada viene recogido el “Lugar de Valdegrulla” bajo la jurisdicción de la ciudad de Osma y perteneciente al Señorío del Duque de Uceda. Vivían entonces “dieciocho vecinos, dos viudas que también lo son y tres habitantes, todos del estado general, sin haber alguno en casas de campo ni alquerías”. Había veinte casas abiertas y siete cerradas. Contaba el pueblo con diez y ocho labradores y un cura.

En 1787 se redacta el Censo de Floridablanca que indica que esta población era del Señorío secular del Duque de Uceda según indica Divina Aparicio de Andrés (2), confirmando el dato que ya ofrecía el catastro del Marqués de la Ensenada de diez y ocho labradores.

Por su parte, Juan Loperráez y Corvalán (3), en 1788 dice que en Valdegrulla había 17 vecinos.

En 1828 Sebastián de Miñano y Bedoya (4) apunta sobre Valdegrulla que cuenta con 27 vecinos (135 habitantes) y un párroco.

Unos veinte años después Pascual Madoz (5) dice de “Val de Grulla” que “tiene 20 casas; la consistorial; escuela de instrucción primaria común a ambos sexos, a cargo de un maestro, dotado con 40 fanegas de trigo; una fuente de buenas aguas; una iglesia parroquial (la Exaltación de la Santa Cruz) servida por un cura y un sacristán”. En cuanto a la población vemos que las cifras son contradictorias frente al anterior “censo” pues a pesar de producirse un incremento de vecinos ha tenido un ligero descenso de habitantes: “45 vecinos, 62 almas”.

El Nomenclátor de Blasco (6) de 1880 refiere 120 almas mientras que el del mismo autor, pero de 1909 (7), apunta un ligero incremento y llega a las134.

Los últimos datos de población que disponemos son los que ofrece Esteban Valtueña Jiménez (8): así tenemos 120 habitantes en 1880, la misma cantidad en 1920, 100 en 1940 y 90 en 1960. En los dos restantes años de los que ofrece cifras de población, 1996 y 2007, la cantidad es la misma, cero.

Según Isabel Goig Soler (9) la escuela cerró durante el curso escolar 1970/71.

Faustino Calderón dice en su blog (10) que los últimos habitantes fueron el matrimonio formado por Dionisio y Gregoria que abandonaron el lugar en 1997, marchando a vivir a Osma como ya hicieran buena parte de sus vecinos.