El topónimo aparece formado por dos elementos: “torre” y “Anjara” que además de un nombre propio femenino cada vez más frecuente, especialmente en Cantabria donde dicen que en su mitología así se llamaba la diosa de la caza y la guerra, parece una palabra de etimología árabe, y teniendo en cuenta que éstas son tierras con una importante influencia musulmana, nos inclinamos a pensar que este puede ser su origen en perjuicio de la posibilidad cántabra.

Ángel Lorenzo Celorrio (3) considera que el topónimo es de origen árabe y se traduciría como «torre en la piedra«, aunque tampoco sería descartable otra posibilidad y que derive del árabe ain, manantial, y de jara, nombre de origen árabe, de شعراء [šaˁrāˀ], que corresponde a un arbusto de la familia de las cistáceas hoy desaparecido en esta zona pero que pudo ser muy frecuente en el pasado como sigue siéndolo en los montes de Soria, aludiendo así a una cualidad del paisaje. En cuanto a la existencia de un manantial, hay que recordar que en el término municipal son muy abundantes, que el propio Ontalvilla es un hidrotopónimo (Fuent alvilla, se documenta en 1353), y que Pascual Madoz (4) ya recogía la existencia de una torre en cuyas inmediaciones se oía correr el agua, algo que Lorenzo Celorrio considera erróneo pues el lugar en el que hay un cerrete con cuevas en el que se oye el rumor del agua o el aire correr, es en otro emplazamiento.